Determinar la frecuencia adecuada de lavado que conviene a cada cabello es una cuestión clave para asegurar una limpieza óptima dado que esto no solo repercute en la apariencia del pelo sino, y lo que es más importante, en su salud.
Los expertos indican que el cabello debe ser lavado “cuando éste lo pida”, lo que exige saber identificar bien las necesidades.
Tradicionalmente se ha dicho que la limpieza excesiva del cabello puede llegar a eliminar la barrera protectora natural de nuestro cuero cabelludo y, por el contrario, una escasa limpieza puede interferir en su salud, pues se acumula mayor cantidad de grasa, polvo o partículas contaminantes.
La dermatóloga Rocío Gil,señala que “lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo”.Únicamente puede ser perjudicial esta pauta en caso de cabellos muy quebradizos o dañados por tratamientos con calor, decoloración u otros químicos, o en casos de cuero cabelludos sensibles e irritables por los champús.
Los efectos de la suciedad en el cabello son mayor sequedad, pérdida de luminosidad, cutículas abiertas y encrespamiento.
Los factores externos como las partículas contaminantes pueden llegar a provocar una alteración del cabello que provoca incluso la caída capilar.
La conclusión, según las dermatólogas, es que el cabello debe ser lavado cuando éste “lo pida”, es decir, adaptando la higiene capilar a las necesidades de cada caso y evitando el uso de productos agresivos o que perjudiquen al cuero cabelludo.