Costa Rica es un país abierto a recibir migrantes, refugiados y poblaciones vulnerables, ya sea como lugar de tránsito o para convertirse en su nueva patria, sin embargo, en los últimos años ha sido testigo del paso de un gran número de migrantes.
Según estimaciones de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), la cifra para 2024 podría rondar 1 millón de personas.
“La realidad de la migración en tránsito en Costa Rica podría representar un reto importante para las autoridades. De cumplirse la tendencia, el país podría recibir un mínimo de 405.191 personas y hasta un máximo de 980.555, de acuerdo con las proyecciones de la OIM.
Además, existe un llamado para no ver las estadísticas por sí solas, sino considerar el aspecto humano de cada persona migrante que abandona su país y llega a Costa Rica o a otros destinos de la región, pero que tiene como meta final radicar, principalmente, en los Estados Unidos”, indica la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA).
De acuerdo con expertos, el reto para nuestro país es garantizar al menos condiciones básicas de seguridad alimentaria, acceso a agua potable, a servicios de salud en los casos requeridos y a una integración y cohesión social en las comunidades por las que transitan.
Así mismo, si se habla de cifras, de acuerdo con Shirley Montealegre, oficial nacional de emergencias de la OIM para Costa Rica, del total de la población migrante en tránsito, un 25% son niños y niñas. Además, un 13% viaja solo. Estos eventos han impactado la sociedad costarricense y producto de la situación política en los países vecinos es común ver en las calles de San José a cientos de migrantes.