La criminalidad está superando los límites, pues esta vez las víctimas fueron dos agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), de la Policía Internacional (Interpol), lo cual demuestra que nada ni nadie se salva de las balas.
El oficial Jeiner Gómez Guzmán, quien falleció en el sitio, y su compañero Henry Bustos Castro, que resultó gravemente herido, realizaban un trabajo de investigación como encubiertos en Tirrases, frente al Supermercado Pamela, en Curridabat, cuando fueron interceptados por dos sicarios en motocicleta que en apariencia los confundieron con miembros de bandas rivales, por lo que abrieron fuego contra ellos y lograron impactarlos.
Al parecer, los sospechosos, un menor de 17 años y otro sujeto de 21 identificado con los apellidos Chavarría Cascante, utilizaron un arma 9 milímetros con tambor, lo que produce el efecto ráfaga. De ahí la gran cantidad de orificios que tenía el vehículo oficial.
Tras la balacera, los individuos intentaron huir, pero el conductor de la motocicleta perdió el control y cayeron al suelo. Aparentemente existió una respuesta de parte de los oficiales y otra unidad del OIJ logró interceptarlos a unos 100 metros de la escena del crimen.
Uno de los implicados dejó un tenis tirado en la calle mientras intentaba escapar de la Policía, lo que facilitó la identificación.
Los agentes no contaban con chalecos antibalas y transcendió que tenían varias semanas en las labores de vigilancia e inteligencia, pues la madrugada de este jueves realizarían un allanamiento.
MUY AFECTADO
El director del OIJ, Randall Zúñiga, se mostró visiblemente afectado por la muerte del oficial y la condición del compañero hospitalizado. Aseguró que esta situación no puede continuar así.
“Hay que tomar conciencia, como Estado, como nación, de lo que está sucediendo en la actualidad. Las situaciones como estas ya deben de parar de darse, aquí en Costa Rica ya no podemos seguir en esta situación desde hace varios días, desde hace varias semanas y, sin embargo, esa reacción no ha llegado”, señaló.
El alto jerarca de la Policía Judicial insistió en “pedirles a las autoridades de este país que vuelquen los ojos a la seguridad. Tenemos que invertir, más que discursos que suenen políticamente correctos, necesitamos reacción porque si no, el país se va a malograr, lo estamos perdiendo”.
Por su parte, Carlo Díaz, fiscal general de la República, aseveró que el grado de violencia es bastante alto y no descarta que se puedan presentar casos similares en contra de fiscales.
“Cuando usted ve estos asesinatos en media calle en donde, incluso, ya la persona está ultimada y se devuelven prácticamente a destrozarla con las armas pesadas, eso significa que no hay temor, que están actuando a la libre porque no existe la capacidad policial para poder estar vigilando las calles”, manifestó.
CON AMPLIO EXPEDIENTE
Según el OIJ, el sospechoso Chavarría, conocido como Poás, cuenta con un amplio expediente judicial. En la lista se encuentran seis partes por droga, así como causas por amenazas a la autoridad, violencia doméstica y portación ilegal de arma.
El otro pistolero menor de edad, quien al parecer fue el asesino de Gómez, tiene el alias de Dylan. Se presume que al menos disparó en 10 ocasiones contra el vehículo en el que se encontraban los agentes.
“Se podría pensar que estas personas forman parte de una de las bandas que existen en este sector. En el caso del adulto tiene varias causas, entre ellas, la portación ilegal de arma, mientras que el menor de edad, la ley nos restringe a dar algún dato e información”, explicó Michael Soto, subdirector del OIJ.
ALLANAMIENTOS
La Policía Judicial decomisó un vehículo, municiones, drogas y dinero en efectivo en la casa de Chavarría, después de un allanamiento efectuado ayer por la mañana en el barrio La Ponderosa, en Tirrases.
“Estamos recolectando todas las evidencias en la casa de uno de los sospechosos para tratar de ubicar algún tipo de evidencia que vincule y termine de reafirmar la participación de esta persona en el caso”, detalló Soto.
En horas de la tarde continuaron los operativos con un allanamiento más en la casa del otro implicado.
Tanto Chavarría como el menor de edad están a las órdenes de la Fiscalía y a la espera para conocer su situación jurídica.
PREOCUPACIÓN
DIARIO EXTRA conversó con vecinos de Tirrases de Curridabat y manifestaron su preocupación ante el incremento de la delincuencia.
“Esto no nos sorprende, aquí vemos muertos en cada esquina. Es algo muy triste de ver cómo el barrio ha caído. En esta situación, tanto por la persona que fallece como por quien comete el delito, todos tienen familia”, comentó una mujer que prefirió el anonimato.
Algunos prefieren no salir a altas horas de la noche y los comercios cierran antes de que las calles sean tomadas por la criminalidad. “Es común escuchar balaceras todas las noches, incluso no nos extraña lo que sucedió con los policías”, manifestó otro de los lugareños.