El Informe Estado de la Nación reveló, en su apartado Armonía con la Naturaleza, lentitud en la transición energética en la flota vehicular, específicamente en el transporte público.
Según el análisis, de las 27.992 unidades con tecnologías distintas a la combustión, menos de 220 corresponden a buses híbridos o eléctricos.
“En Costa Rica, la mayor proporción de las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) se origina en el elevado uso de combustibles fósiles, principalmente para transporte. En la última década, el país adoptó instrumentos de política pública con la meta de reducir estas emisiones. Sin embargo, se mantiene una tendencia creciente en la importación de derivados del petróleo”, señala el texto.
Esta problemática radicaría tanto en las metas que tiene el país con respecto a sus proyecciones para ser carbono neutral como en la calidad de vida de los costarricenses.
“Esta situación genera impactos ambientales acumulativos, posiciona el consumo energético como principal emisor de gases de efecto invernadero del país y afecta la calidad del aire y la salud ambiental y humana”, añade el documento.
Así mismo, este alto consumo de combustibles fósiles se debe en su mayoría a un sistema de transporte y movilidad que no cambia de manera significativa desde hace 30 años.
BOSQUES SON INSUFICIENTES
Por otra parte, el informe señala que la capacidad forestal del país es insuficiente para capturar todas las emisiones de carbono que se generan en el país.
“El estudio nos demuestra que los bosques, además de los otros servicios ecosistémicos que cumplen, tienen una función muy relevante en la mitigación de climático, pero son insuficientes para alcanzar metas como la carbono neutralidad o la descarbonización y que si en el efecto el país apunta hacia esas metas es necesario activar medidas en otros sectores que tienen un mayor peso en términos de las emisiones.
¿Cuáles son esos sectores? La energía y específicamente el sector transporte y agricultura, los cuales son los de mayor peso”, agregó Karen Chacón, investigadora del Programa Estado de la Nación.
No obstante, la investigadora resaltó los esfuerzos que ha realizado el país en materia forestal al agregar que son buenos números en comparación con otros países.
Claro está que estos avances obedecen a políticas adoptadas desde el siglo pasado, las cuales han rendido frutos en temas de reforestación y uso de suelos en el país.
“El patrimonio forestal (incluyendo la conservación y las acciones enfocadas en zonas no protegidas) ha sido objeto de una política pública ambiental con logros concretos en las últimas tres décadas”, señala el estudio.