El Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su análisis sobre el Trabajo Doméstico No Remunerado (TDNR) reveló que hubo una reducción en el porcentaje de la brecha de género correspondiente al valor económico global desde el último estudio aplicado en 2017.
Según los datos de 2022, las mujeres aportaron a sus hogares el doble del valor económico del TDNR comparado con los hombres, 67,2% y 32,8% respectivamente.
Aunque la cifra sigue siendo bastante desproporcional, lo cierto es que denota una disminución si se coteja con los datos de 2017, cuando los números fueron 71,4% en el caso de las mujeres y 28,6% en el de los hombres.
“Esta relación se redujo comparado con el resultado que obtuvimos en el 2017 (…). Esto se debe a que hay una mayor participación relativa de los hombres en la limpieza y mantenimiento de bienes, así como en la preparación de alimentos”, comentó Henry Vargas, director de la División de Análisis de Datos y Estadísticas.
Así mismo, el estudio evidenció que la zona urbana representa un 73,2% del valor económico total y el restante 26,8% corresponde a la rural.
“El trabajo TDNR en nuestro país tuvo un valor económico de ¢9,6 billones en el año 2022, equivalente al 21,4% del Producto Interno Bruto (PIB) (…). Cinco actividades concentran el 87% de ese valor: preparación de alimentos (30,5%); limpieza y mantenimiento de bienes (25,8%); cuidado de la niñez (13,3%); compras, pagos o trámites del hogar (8,8%); limpieza y mantenimiento de vestido (8,7%)”, informó el Banco Central.
ESCOLARIDAD Y EMPLEO
En relación con la escolaridad, el informe refleja que las personas con secundaria aportaron el mayor valor económico con un 41,3%, seguido de primaria con 33,6%, mientras que las personas que tienen educación superior fue apenas un cuarto del total, es decir, un 25,1%.
“En cuanto a la posición en el mercado laboral, las personas que están fuera de dicho mercado son las que generan mayor valor en el Trabajo Doméstico No Remunerado con 48,9%, luego las ocupadas con 47,3% y, por último, las desempleadas con 3,8%. Sin embargo, en promedio, las personas fuera de la fuerza de trabajo y desempleadas generan 1,5 veces más valor que las ocupadas”, dice el análisis.
De igual forma, el estudio refleja que, con respecto a las relaciones de las personas, el valor económico del TDNR es mayor en quienes están casados o en unión libre, pues representan un 54,7%; en segundo lugar, están las personas solteras con un 26,5% y finalmente las divorciadas, separadas o viudas con apenas el 18,8% de representatividad.
“Por quintil de ingreso, las personas del primer y quinto quintil son las que generan mayor valor por TDNR (21,2% y 20,7%, respectivamente). Entre mayor es el quintil de ingreso, menor es el valor del trabajo doméstico no remunerado generado por las mujeres; lo contrario ocurre para el caso de los hombres”, indica el texto.