Sao Paulo, Brasil, AFP. -Aunque no pudo quitarse la espina de la Copa América, Brasil salió indemne de su visita al único equipo sudamericano que le ha sacado llantos, la Argentina de Lionel Messi, en el cierre de un año de emociones extremas para la \’Seleção\’.
Sin el lesionado Neymar ni el suspendido Casemiro, los pentacampeones sumaron un punto el martes en San Juan, su primera prueba de fuego tras haberse clasificado anticipadamente a Catar-2022.
Los hombres de Tite retornaron a Brasil con un empate 0-0 que los mantiene líderes e invictos en el clasificatorio sudamericano, seis puntos por delante de la también clasificada Albiceleste, y con varias conclusiones sobre un 2021 de lágrimas y gozos.
\”El nivel técnico de los dos equipos, la marca posicional y fuerte de ambos, los embates individuales, la alternancia en el control. Fue un juego de Copa de Mundo\”, destacó el técnico brasileño luego del cotejo.
– Sin desquite –
Brasil salió ileso del segundo reencuentro con su archirrival desde la dolorosa derrota 1-0 en la final de la Copa América, en julio pasado en el Maracaná.
En septiembre, en Sao Paulo, por el clasificatorio, disputaron apenas cinco minutos, antes de que las autoridades sanitarias locales suspendieran el partido alegando incumplimientos de cuatro jugadores argentinos a los protocolos anticovid.
Para el duelo de San Juan, a ese contexto, siempre electrizante por tratarse de un clásico mundial, se sumó otra particularidad: los argentinos han sido los verdugos de Tite en el banquillo de la \’Canarinha\’, impiadosa para someter al resto de selecciones sudamericanas.
El exentrenador del Corinthians, de 60 años, asumió el cargo en junio de 2016. Desde entonces, dirigió 68 partidos, con 50 victorias, trece empates y cinco derrotas.
Argentina le propinó tres de esos reveses, dos en juegos amistosos y el otro en la final del torneo sudamericano. En total, se enfrentaron siete veces, cada uno ganó en tres ocasiones.
\”Fabinho y Fred anularon a Messi, que para mí fue una decepción. Él prácticamente no logró tomar la pelota, sólo consiguió disparar una vez a puerta\”, escribió Walter Casagrande, mundialista con Brasil en México-1986, en el portal Globo Esporte.
Bloquear a La Pulga, una labor no menor, fue una parte sustancial de un partido muy disputado en el mediocampo, alumbrado por un par de destacadas jugadas individuales: un caño de Ángel Di María a Vinicius Jr y una bicicleta del de Real Madrid a Nahuel Molina.
– Ojos en Catar –
Pero también dimensionó la fortaleza del Brasil de Tite, de números intratables pero cuestionado en su tierra porque su juego no termina de convencer.
Los pentacampeones tienen la defensa menos vulnerada de la eliminatoria (cuatro goles en trece juegos) y el ataque más goleador (27), unas características que Tite atribuye a un arma que le puede resultar importante en Catar, el equilibrio.
Cuando los de adelante se complican con la defensa adversaria, los de atrás custodian bien la valla. Bajo esa fórmula, Brasil cabalgó el clasificatorio durante 2021 hasta clasificarse al Mundial con cinco juegos de anticipación, producto de once victorias y dos empates (Colombia y Argentina).
\”Estuvimos muy bien en todos los juegos, estamos clasificados para la Copa del Mundo. Es importante estar bien atrás, para llegar al frente y hacer gol\”, opinó el mediocampista Fred.
Aparte del boleto a Catar, Tite cerrará tranquilo este año debido al descubrimiento de jugadores jóvenes que han refrescado el ataque, en ocasiones dependiente de Neymar, un talento fuera de discusión pero intermitente a causa de sus reiteradas lesiones.
Los extremos Antony, Vinicius Jr y Raphinha y el atacante Matheus Cunha entraron en competencia por un cupo a la cita mundialista. En los juegos de enero y febrero, contra Ecuador y Paraguay, tendrán una nueva chance.
\”La presencia de los muchachos fue un buen test para darle una alternativa al equipo en caso de ausencia de Neymar\”, afirmó Casagrande. \”Tal vez necesitemos de ese modelo para llegar a la final del Mundial\”.
(Foto: AFP)