Brasilia, (EFE).- Cientos de \”indignados\” que protestan contra el alza del precio del transporte público bloquearon hoy dos autovías que conducen a la ciudad de Sao Paulo, que la noche de este martes fue escenario de violentas manifestaciones.
A primera hora de la mañana, los manifestantes tomaron la autovía Anchieta, una autopista que une Sao Paulo y la ciudad industrial de Sao Bernardo do Campo, y extendieron a todo su ancho una inmensa fila de neumáticos a los que les prendieron fuego, frente a un numeroso grupo de policías que vigilaba sus movimientos sin intervenir.
También fue bloqueada la autovía M\’Boi Mirim, en la populosa zona sur de Sao Paulo, que fue ocupada por activistas del Movimiento Sin Techo, que protesta por el alza del precio del transporte público pero también contra el gasto público en la Copa Confederaciones de fútbol, que se celebra en Brasil desde el pasado sábado.
Las protestas contra el aumento del transporte estallaron hace diez días, convocadas por el movimiento Pase Libre, nacido en las universidades de Sao Paulo y que ha ganado adhesiones en casi todo el país.
El pasado lunes, el movimiento logró congregar en las calles de una veintena de ciudades a unas 250.000 personas, en manifestaciones consideradas las más numerosas registradas en el país en más de dos décadas.
Este martes, las manifestaciones se repitieron en una decena de ciudades y tuvieron una especial intensidad en Sao Paulo, donde se calcula que se sumaron unas 50.000 personas.
Aunque en principio la marcha fue pacífica, pequeños grupos provocaron actos de violencia, se enfrentaron a la policía e intentaron ocupar la sede del Ayuntamiento de Sao Paulo, donde enfrentaron una dura represión.
Varios vehículos fueron incendiados y algunos manifestantes hasta intentaron ocupar el Teatro Municipal, uno de los más importantes de la ciudad, en momentos en que se presentaba una ópera.
Las manifestaciones concluyeron ya entrada la madrugada de hoy y algunas personas, ajenas al movimiento, aprovecharon la oportunidad para promover saqueos, destrozaron vitrinas de comercios y fueron detenidas con diversos artículos robados de las tiendas.
Según la policía paulista, un total de 62 personas aún permanecen detenidas y seis de ellas son menores de edad.