Tres sujetos encapuchados amordazaron al guarda de seguridad y a su perro (de raza rottweiler) para irrumpir en una fiesta de amigos y asesinar, la madrugada de este jueves, de cuatro balazos al dueño de una lujosa vivienda ubicada en Pozos de Santa Ana.
Tres sujetos encapuchados amordazaron al guarda de seguridad y a su perro (de raza rottweiler) para irrumpir en una fiesta de amigos y asesinar, la madrugada de este jueves, de cuatro balazos al dueño de una lujosa vivienda ubicada en Pozos de Santa Ana.
La víctima mortal fue identificado por las autoridades como Brat Pering (de 42 años)
de nacionalidad canadiense, quien tenía más de 5 años de vivir en el residencial El Roble, donde practicaba boxeo y artes marciales mixtas.
Al parecer tres hombres, dos mujeres y Pering disfrutaban en la sala de la casa, donde algunos estaban desnudos y otros con ligera ropa, de pronto el grupo de delincuentes ingresó con sus rostros cubiertos y los amarraron de pies y manos.
Posteriormente, los recostaron bajo amenazas a una fría pared, mientras de frente, y como testigo mudo, habían varias botellas de guaro y cervezas que estratégicamente colocadas sobre una meza redonda sudaban.
Luego los desalmados empiezan a perpetrar el plan y es cuando uno de ellos se queda vigilando al grupo de amigos; el otro trataba de desconectar las cámaras de seguridad y el sistema infrarrojo que tenía la mansión de dos plantas. Un tercer hombre, con un arma de fuego calibre 9 mm, “revisaba” todo el aposento en busca de joyas, dinero y otros objetos de valor que tenía la choza.
A PURA MAÑA SE SUELTA
Durante esos momentos de tensión, el norteamericano (quien vivía solo) logra, a puras mañas aprendidas en los deportes de contacto, quitarse las amarras y en un descuido sale de la casa desnudo y empieza a correr por media calle mientras el pistolero le respiraba en los hombros.
Gracias a que practicaba artes marciales mixtas, el musculoso hombre recorre los que serían los 25 metros más largos de su vida, en tanto sentía que le majaban los talones, y el frío del cañón del arma ya que en plena huida lo apuntaba.
En determinado momento, el deportista decide ingresar a una vivienda cercana a la suya, donde habían unas oficinas que mantenían el portón abierto y allí pretendía seguir por un lote baldío.
VECINA LO ECHA AL AGUA
Es ahí donde una vecina, quien sale a ver lo que estaba sucediendo en el barrio, observa que un sujeto (al parecer de tez negra) viene siguiendo a un hombre.
La inocente mujer pensó que se trataba de un asalto y que era su vecino siguiendo al ladrón, pero las cosas eran al revés y le indica al pistolero que el hombre que venía persiguiendo estaba oculto en el patio de la casa.
En seguida ingresa a la propiedad mientras el desesperado extranjero se topa con una malla que le impidió seguir su camino, su suerte estaba echada. Luego de darle caza, lo esposa en sus manos y con un mecate le amarra los pies, lo acuesta y le pega cuatro plomazos.
Posteriormente el asesino vuelve a la vivienda por sus dos cómplices y huyen, al parecer en un vehículo sin rumbo fijo, mientras el grupo de amigos que seguían amarrados intentaban soltarse para pedir ayuda. Después de varias horas de lucha, una de ellas (de nacionalidad colombiana) logra librarse y pedir auxilio a los vecinos y luego a la policía.
MILLONARIAS FIESTAS
Algunos vecinos, quienes prefirieron guardar su identidad, aseguraron a DIARIO EXTRA que las fiestas (en esa lujosa vivienda) eran constantes y a toda hora.
“Ayer (miércoles) en la madrugada se escucharon que iban y venían vehículos muy costosos donde se bajaba gente, inclusive muchos de ellos no se conocen en el barrio. Anteriormente se le había denunciado a la policía por el ruido que hacían, allí se comprobó la presencia de mujeres jóvenes muy guapas donde eran siempre mayoría”, recordaron.
Los lugareños agregaron que siempre en la cochera de la casa había un Porsche Cayenne color negro (sin matrícula), un Audi TT rojo (placas 690395) y un tercer carro, al parecer estacionado en el Autodrómo La Guácima, donde era utilizado para carreras.
MUJERES HACÍAN FILA
Las autoridades policiales presumen que el crimen fue originado por al menos dos mujeres que nadie conoce y que habrían servido de señuelo para que los cacos ingresaran con facilidad.
Fueron los mismos lugareños los cuales aseguraron ver con frecuencia a mujeres de ligeras de ropa bajándose de carros bien chuzos y horas después se marchaban tras participar de una fiesta.
El canadiense no tenía familia en Costa Rica, pero sí un hijo menor de edad que vio por última vez (la noche de este miércoles) donde, según sus allegados, había asegurado no separarse más del pequeño.
La mamá de la criatura, identificada por la policía como Karina, no soportó la noticia, tuvo que ser llevada a un centro médico donde le aplicaron un calmante.
CASA ATRAÍA LADRONES
Según sus propios amigos, la lujosa vivienda de dos plantas (valorada en ¢300 millones aproximadamente, 600 mil dólares) había sido visitada por los amigos de lo ajeno en al menos cinco oportunidades. La última de ellas fue hace 2 meses, luego de una supuesta fiesta donde lo dejaron con una mano atrás y otra adelante.
Pero eso no fue obstáculo, ya que su mamá (identificada solo como Ronda y quien reside en Canadá) es al parecer adinerada y poco a poco fue ayudándole a reponerse del robo.
Trascendió que la víctima habría comprado unas armas de fuego que no portaba, sin embargo esta versión no fue confirmada por las autoridades policiales.
EXPERTOS LEVANTAN EVIDENCIA
A la extensa escena de los hechos llegaron los agentes de la sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los expertos de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios (Siori), quienes levantaron toda evidencia encontrada.
Trascendió que se hallaron huellas en los vasos, así como elementos pilosos, residuos de salida y lo que podría ser semen que fueron enviados al laboratorio para su respectivo análisis forense. Mientras que el cuerpo de Brat Pering, de 42 años, fue minuciosamente revisado, metido en una bolsa plástica blanca y trasladado hasta el Complejo de Ciencias Forenses donde le practicaron la autopsia. La investigación entorno a este caso continúa.