Decían los abuelos que “donde hay orden está Dios”, pues no existe nada peor que vivir en medio de un desastre, más por no cuidar qué objetos utilizamos cuando ya cumplieron su vida útil o simplemente deberíamos dejar de utilizarlos, pues resultan perjudiciales para la salud suya y de su familia.
• Descarte los tenis viejos: Los expertos afirman que el calzado debe ser cambiado cada 500 o 650 km. Las personas que corren unos 48 km por semana deberían cambiar su calzado deportivo cada tres meses. Las zapatillas gastadas pierden la capacidad de absorción y pueden causar daños en tus rodillas y espalda. Si no es de los que corren con frecuencia, cambie su calzado tan pronto como note que las suelas se hayan gastado.
• Cepillos dentales: En promedio toma dos meses de uso para que el cepillo se gaste, y los expertos aseguran que debe ser reemplazado cada 3, pues el desgaste los hace perder su efectividad en la lucha contra las caries.
• La ropa que no use: Eche un vistazo a su guardarropa y piense cuándo fue la última vez que usó cada prenda. Siempre el resultado es sorprendente.
• Maquillaje líquido viejo: Este maquillaje y la máscara en particular pueden ser un hábitat para las bacterias. Es altamente recomendado que sean desechados luego de tres meses de uso, desde el día que fueron abiertos. Si utiliza productos viejos, está colocando bacterias en su piel, lo que puede llevarle a desarrollar acné e infecciones.
• Protectores solares viejos: Lo crea o no, hasta los protectores solares tienen fecha de vencimiento e ignorarla puede ser un error, pues indica el periodo después del cual las sustancias químicas activas que impiden que los rayos nocivos dañen su piel se vuelven inactivas.
• Sostenes gastados: El material del brassiere se estira con el tiempo, haciendo que sea menos eficiente para su función de sostener el busto. Es recomendado que lo cambie en el momento en que deje de serle útil. Seguir esta pequeña regla puede ahorrarle dolores de espalda y ayudarle a ralentizar el proceso de envejecimiento.
• Tablas de picar de plástico: El uso regular de tablas de plástico genera rayas y marcas en el material, las cuales se vuelven espacios perfectos para el crecimiento de hongos y bacterias, y son difíciles de quitar. Es recomendable el uso de tablas de madera, que suelen tener savia en el interior, la cual es una sustancia antibiótica natural que mata a las bacterias de la madera. De todas formas, esos instrumentos de cocina se deben lavar frecuentemente.