A principios del año 1990, llegaría al país un serbio totalmente desconocido para todo el pueblo costarricense.
Marvin Rodríguez, entrenador nacional que había clasificado a la Selección Nacional al primer Mundial de su historia, fue despedido a finales de febrero, ya que la Federación alegó la necesidad de un técnico “más preparado”
Parecía que era una decisión totalmente incomprensible el despedir a un técnico a 4 meses de arrancar la cita mundialista. Días después, la Federación apareció con un nombre hasta impronunciable para muchos: Velibor Bora Milutinović.
Bora, un serbio con nula experiencia en el fútbol centroamericano, no tardó ni un minuto en ponerse a trabajar.
“Jugábamos un domingo, descansábamos lunes, entrenábamos martes hora y media porque había que trabajar. Todo el mundo salía corriendo para los trabajos. Se entrenaba miércoles, jueves, se hacía el partidillo o el viernes y el sábado se descansaba porque era el partido el domingo. Osea, entrenábamos a la semana, cuatro horas, cinco horas máximo. Cuando Bora vino, metió entrenamiento a las cinco de la mañana, a las nueve de la mañana y a las cuatro de la tarde. Y todo el mundo, lógicamente, que pegó el brinco porque decía que no lo podemos hacer, no tenemos capacidad para eso”, dijo Gabelo Conejo.
Gabelo Conejo, portero de la Selección Nacional en el Mundial de Italia 90 – Captura de pantalla
Gabelo también menciona que antes de la llegada de Bora, la Selección se fogueaba con equipos de segunda y tercera división, algo que hoy sería prácticamente imposible.
“Nosotros jugábamos partidos amistosos contra el Valle de la Estrella, en San Carlos, contra equipos de segunda división, eran fogueos para una selección nacional. Después de los 90 se cambió el formato y ya se juega únicamente contra selecciones nacionales. Los más viejos posiblemente llegamos a jugar 30 partidos en clase A, porque jugábamos Copa Camel, Copa Malboro, algunos torneos que era de selecciones, pero tenemos posiblemente 70, 80 partidos de equipos contra la tercera división, segunda división, bananeras”.
Según Gabelo, gracias a eso “se empezó a cambiar la mentalidad y por lo menos hicimos un cambio mental y de comportamiento en todo sentido que nos dio su fruto”, sentando las bases del fútbol profesional costarricense.
Por otra parte, Róger Flores, primer capitán de la Selección en un Mundial, aseguró que Milutinović toda la vida ha sido un apasionado del fútbol a cualquier hora del día y en cualquier lugar.
“Yo tuve la oportunidad de estar con Bilardo, Menotti, hablar con Maturana, con Trapattoni, que eran entrenadores ganadores, que estuvieron en mundiales, que ganaron mundiales, pero Bora es un experto. En la época de nosotros, en el 90, él era 24/7, y ahora, imagínese ahora cómo es, ahora es peor“, dijo ‘Il Capitano’.
Róger Flores, capitán de la Selección Nacional en el Mundial de Italia 90 – Captura de pantalla
Róger asegura que Bora
“Usted habla con él y siempre anda con una hoja, y está explicándole por qué el fútbol ha cambiado, qué está haciendo el fútbol ahora. Me llama la atención la visión de él en el marco, en el fútbol. Dice “no me explico cómo va el fútbol hoy, jugadores de 40,41 y entrenadores de 25,27″, ahí le estoy diciendo todo. Siempre hay genios que se salen de lo normal, pero uno debe saber que tiene razón”.
Bora Milutinović posee un récord casi irrompible: es el único entrenador en dirigir en 5 mundiales a 5 selecciones diferentes, dirigiendo a México, Costa Rica, Estados Unidos, Nigeria y China.
Mañana habrá una alfombra roja para conmemorar el 35 aniversario del Mundial de Italia 90, primero en el que participó la Tricolor; razón por la cual Bora se encuentra en el país. Milutinović siempre tendrá un lugar en el corazón de los ticos.
Bora Milutinović aterrizó al país con una sonrisa de oreja a oreja – Foto: Jorge Castillo