Tibás. – Llegó el regalo de papá y así se adelantó la Navidad para los morados. El Deportivo Saprissa derrotó al Herediano y levantó la Copa 39 al ser el monarca del Torneo Apertura 2023 de la Unafut.
El tanto ganador apareció ya sobre tiempo y con un gran actor, Christian Bolaños, quien anunció su retiro y vivía así sus últimos minutos en cancha.
Corría el minuto 91 cuando Bolañitos, que ingresó al 88, recogió el balón y le hizo un pase genial, cuchareado, al hondureño Michaell Chirinos que aprovechó para definir dentro del área y convertir La Cueva en un manicomio.
AMBIENTAZO DESDE EL ARRANQUE
Ambientazo en la grada, cumulo de sentimientos al ver a Bolaños llorar ante el homenaje que le hicieron, marco de lujo para un juego de este tipo. Desde el pitazo inicial vivimos un partido muy intenso, de esos que se disfrutan de pie o casi fuera del sillín.
Los locales, obligados a imponerse en casa, salieron con todo, con un juego explosivo, por lo general por las bandas, con el objetivo de tomar mal parados al Team. Por su parte el Club Sport Herediano apostó a un fútbol más elaborado, de pie a pie. No tenía que perder y sí mucho que ganar.
Entonces vimos acciones en ambas áreas, donde tanto Aarón Cruz como Kevin Chamorro tuvieron que sacar lo mejor de cada uno.
Sobre los 27 minutos, y en llegada desde la derecha, el jamaiquino Javon East definió sobre la raya de cal: explotó La Cueva, era tener la copa en el bolsillo, pero el juez central determinó que era una posición antirreglamentaria después de hablar con su asistente. Indignación morada y alegría florense, pues alegaban que hasta una falta se había presentado.
Luego el cotejo se tuvo que detener debido a un incidente con un aficionado que se golpeó la cabeza y necesitó atención médica en la grada sur.
De regreso a las acciones se repitió el libreto, con mucho roce, pero es que no se podía ceder ni un centímetro.
La apuesta de Vladimir Quesada era que el rival tuviera la pelota y que pudiera llegar a su parcela, pero ellos los esperaban bien conjuntados, echados atrás sin dejar un solo espacio. Otra de las indicaciones dadas en el camerino fue que al tener el balón en su poder debían salir rápido.
Después de siete minutos de reposición, el central mandó a todos los futbolistas a refrescarse a las duchas y 15 minutos después todos al ruedo.
Para la etapa complementaria estos músicos repitieron la tonada. Ambas oncenas con sed de gol y cada una apegada al libreto. Los de casa explosivos para tomar mal parados a los enemigos y los visitantes gastando el cuero.
El juego se tornó en ida y vuelta, pero sin un final feliz en el marco enemigo. Hasta creíamos que nos íbamos a ir en seco, con un 0 a 0 que por el 1 a 2 de la ida siempre daba la copa a los de San Juan de Tibás.
Golpe de emoción, minuto 88 cuando ingresó al terreno de juego el popular Bola. Se estaba dando todo, pasaban los segundos y ese trofeo estaba cada vez más cerca.
El cierre fue de película con el actor que todos querían ver.