Muchos dicen que la vida en el campo se vive más y eso es lo que ha estado haciendo el defensa del Saprissa Ricardo Blanco, quien lleva su cuarentena trabajando en el campo, en los terrenos cercanos a su casa donde pasa alimentando ganado y laborando en los cultivos familiares.
El jugador es de la zona de Poasito de Alajuela, ahí vive junto a su esposa y muy cerca del resto de su familia. Se trata de una finca con mucho espacio y es por eso que Blanco aprovecha para salir de su casa y estar en los terrenos abiertos, trabajando sin la necesidad de violar el aislamiento social que se le pide a la población durante esta pandemia.
“Nosotros somos del campo, cultivamos hortalizas y tenemos un poquito de ganado, entonces hay que ir a echarles comida en la mañana y la tarde. Durante el día hay estar trabajando en las siembras ya sea deshierbando, atomizando y hasta picando leña, eso me ha ayudado para que no me dé tanta ansiedad”, contó a DIARIO EXTRA.
Cebolla, chile, culantro y brócoli son algunos de los alimentos que cosechan en esta familia.
“Esto es un negocio de la familia desde hace mucho tiempo, antes teníamos fresas y le damos vuelta (por otros productos). Por dicha nos ha ayudado bastante a todos en general”, agregó el lateral, quien se la pasa trabajando con su hermano Bryan.
DISCIPLINA
Durante este tiempo Blanco no se ha permitido perder su estado físico por lo que todos los días temprano realiza el entrenamiento que les envía el preparador físico Pierre Luigi Morera que dura entre 60 y 75 minutos.
“Todos los días nos mandan el trabajo, siempre cuando me levanto me entreno tipo de 6 o 6:30 a.m. siempre sigo el trabajo al pie de la letra de Pierre. Trabajo lo que me manda Pierre y a veces hago un poquito de extra, casi siempre camino entre una hora y un poquito más”, narró.
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Actualmente Ricardo Blanco es lateral derecho indiscutible con Walter Centeno, pero su carrera no ha sido fácil y tuvo que llevarse varios golpes para poder estar donde se encuentra en estos momentos.
A pesar de que debutó con los tibaseños, no pudo consolidarse en su primer ciclo y salió a Belén en el 2012 donde tuvo un buen rendimiento que le permitió saltar a Herediano, pero no pudo mostrar su mejor cara. De ahí pasó a Cartaginés donde despegó y tuvo muy buenas presentaciones que le permitieron volver al Saprissa en 2018.
“Desde que se dio la oportunidad (volver a Saprissa) mi meta fue ser constante y regular, bendito Dios que he podido aprovecharla, pero todavía quiero ser campeón y tengo que trabajar más para lograr esa meta”, añadió.
Ricardo Blanco tiene 30 años y tiene hambre de seguir siendo estelar en la banda derecha del conjunto morado por mucho tiempo más.