El mango destaca por el conjunto de nutrientes y sustancias antioxidantes, una sola pieza de 200 g aporta la cantidad diaria recomendada de vitamina C y de vitamina A, en forma de betacaroteno.
Entre los beneficios del mango destaca su prevención de las enfermedades degenerativas, especialmente los trastornos cardiacos, el cáncer y la diabetes (es rico en hidratos de carbono, pero no aporta tantas calorías como se puede pensar debido a su dulce sabor).
Por su contenido en betacaroteno es útil para proteger la piel, las mucosas, los ojos y el corazón frente a la acción de los radicales libres.
Gracias a su combinación de magnesio y potasio mantiene huesos y músculos en forma, además previene desde la osteoporosis a los calambres musculares.
Dado a sus minerales y vitaminas antioxidantes, junto con los compuestos fenólicos, estimula las defensas para prevenir y luchar contra las enfermedades.
El mango, como todas las frutas en general, aporta también una dosis significativa de fibra, que ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, como el digestivo, evita el estreñimiento y baja el colesterol malo, lo que protege el corazón y el sistema circulatorio.