Ciudad del Vaticano, (EFE).- Por primera vez en la historia de la Iglesia, dos papas conviven en el Vaticano, tras el regreso, dos meses después de renunciar al pontificado, de Benedicto XVI, quien residirá a escasos metros de Francisco, aunque \”oculto para el mundo\”, según dieron a conocer los voceros.
Joseph Ratzinger, de 86 años vivía desde el 28 de febrero en el palacio pontificio de Castel Gandolfo, 30 kilómetros al sur de Roma, este fue recibido personalmente por Francisco a las puertas del monasterio Mater Ecclesiae, que se alza en los jardines.
\”El papa Francisco le dio la bienvenida ayer con fraterna cordialidad luego de que se bajara del helicóptero. Después, juntos, se dirigieron a la capilla del monasterio para rezar\”, precisó el vocero Federico Lombardi.
Benedicto XVI \”ahora está feliz por volver, donde pretende, como él mismo manifestó dedicarse al servicio de la Iglesia, sobre todo con la plegaria\”, precisó el comunicado.
Ratzinger también prometió cuando se despidió de los cardenales \”respeto incondicional y obediencia al nuevo papa\”, por lo que todos los observadores vaticanos, conociendo su personalidad y discreción, aseguran que no habrá \”interferencias\”. Este se encuentra bien de salud, no tiene ningún problema específico, solo los achaques típicos de la edad, según aseguraron.
El regreso obedece a la culminación de las obras de restauración que se efectuaron en el monasterio de clausura, construido hace 20 años por deseo de Juan Pablo II, de cuatro plantas (él se alojará en la primera), que albergó a lo largo de los años a monjas clarisas, carmelitas descalzas, benedictinas y Hermanas de la Visitación.
De la \”Familia Pontificia\” forman parte su secretario privado y actual Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein; las cuatro laicas consagradas de la comunidad \”Memores Domini\” y un diácono belga.
A los dos papas les gusta pasear por los jardines y rezar en la capilla que se levanta en la copia de la Gruta de Lourdes.