Luego de extender de manera indefinida la campaña de vacunación extraordinaria emprendida por el Ministerio de Salud en colaboración con el Ministerio de Educación Pública (MEP), Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), los habitantes del cantón de Belén siguen sin acudir al llamado de las autoridades sanitarias para llevar a sus hijos a las jornadas de inmunización.
Pues, según datos compartidos por la Caja a DIARIO EXTRA, con fecha del 22 de abril, solamente el 36,7% de los menores de dicha localidad ha recibido la vacuna.
Esta parece ser la tónica en la provincia de las flores, ya que a menos de la mitad de la población meta, es decir, niños de entre 15 meses y 10 años, le han aplicado la dosis.
Después de Belén, en la lista con reporte de menor cobertura, está el cantón central de Heredia con un 41,6%, seguido de Liberia y Grecia, ambos rozando el 43%.
Otro dato desalentador es que en la mayoría de provincias la cobertura más baja es en los menores de 15 meses, los cuales requieren los refuerzos ya que por su edad son más vulnerables ante esta enfermedad.
Los datos revelan que los padres no están llevando a sus hijos a vacunar, pues la mayoría de las dosis aplicadas ha sido por parte de personeros de la CCSS en centros educativos.
Conforme la información del último corte, se han colocado en total 393.572 inyecciones, por lo que todavía quedan pendientes 169.443 niños.
Cabe destacar que la vacunación en menores de edad es obligatoria en Costa Rica, así que las autoridades podrían tomar acciones en contra de los titulares que no permitan a sus hijos la colocación de la dosis.
“Es parte de la responsabilidad de los padres, madres o encargados, velar por la seguridad sanitaria y el derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes.
Cuando esta responsabilidad no se cumple, el PANI está facultado legalmente para intervenir desde cada una de sus oficinas y garantizar la salud de las personas menores de edad”, señalaron las autoridades encargadas de la vacunación.
Sobre esto, Kennly Garza, presidenta ejecutiva del PANI, aseguró que la vacunación, al ser en pro de la salud y el bienestar de la población infantil, es un derecho.
Por lo tanto, en caso de recibir una denuncia de un padre que no permite que vacunen a su hijo, el primer paso es el acercamiento y tratar de convencerlo, seguido de una investigación.
No obstante, si no se ve un cambio de actitud por parte de los encargados se les puede apartar del cuido del menor e instalarlo con otra familia.