EE.UU. (SEP).- Julia Kepls, de 45 años, residente de la ciudad de Wilkes Barre, Pensilvania, se volvió adicta a la sangre después de su primer beso, cuando a los 15 años accidentalmente le mordió los labios a su novio. Actualmente asegura que bebe dos litros, para mantenerse joven y bella.
\”Una especie de instinto extraño me forzó a hacer esto. Cuando mordí la piel, inmediatamente noté este sabor seductor. Después del beso ese joven no volvió a llamarme\”, agregó.
La \”vampira\” asegura que se ve \”obligada\” a consumir sangre humana para sentirse bien, ya que si no la toma su belleza empieza a desvanecerse. Para ello establece contacto con donadores, además de adquirirla en locales clandestinos de vampirismo. \”Sé que la sangre humana no es muy nutritiva. pero, su consumo ayuda a que me sienta mejor físicamente\”, aseguró.
Ni su matrimonio ni los dos hijos la motivaron a dejar la \”bebida\”.