El Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) ha prestado sus servicios de ambulancia a un total de 51 mujeres encintas desde el año 2015, de acuerdo con registros oficiales. En lo que va del 2016 cinco son las embarazadas que aeronaves del SVA han trasladado de emergencia desde diversos puntos del país hasta el Aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela, para remitirlas a hospitales capitalinos.
Se trata de casos especiales en los que su traslado aéreo era urgente para salvar la vida de estas mujeres y la de sus hijos a punto de nacer.
Tal como lo informó DIARIO EXTRA en la edición del domingo, el SVA prestó el año anterior 509 horas, para un total de 308 vuelos ambulancia, de los cuales 46 correspondieron a embarazadas de alto riesgo.
En lo que va del 2016, se contabilizan 129 horas de trabajo en el aire por parte de las aeronaves y pilotos de Seguridad Pública, para 84 vuelos ambulancia, de los cuales cinco fueron con mujeres en avanzado estado de gestación.
Víctor Barrientos, piloto que llevó a la última embarazada, aseguró que la decisión de bautizar las bebés en la capilla de la base de Vigilancia Aérea será de los padres, sin embargo sería un privilegio, ya que es la primera niña que nace en vuelo de avioneta.
ÚLTIMO CASO FUE DOBLE
El caso más reciente se registró la noche del sábado cuando dos pilotos vivieron una experiencia que nunca olvidarán, durante el traslado de una mujer embarazada desde Liberia, Guanacaste, hasta Base 2 del Juan Santamaría.
Los llantos de una bebé faltando 12 millas (20 kilómetros) para llegar a tierra le indicaron al capitán Víctor Barrientos, quien era el piloto al mando, que la madre estaba dando a luz en pleno vuelo, pero la labor no terminaba ahí, pues otra niña estaba aún en el vientre de su madre y a punto de nacer.
“Recibimos la llamada, alistamos el avión y llegamos a Liberia, le preguntamos a la enfermera el estado de la paciente, si le afecta la altura, nos indica que no pero en el trayecto del hospital al aeropuerto empezó con dolores.
Despegamos normal y el doctor me dice que cuánto nos faltaba para llegar, le dije que 7 minutos y me dice que iban a empezar con labores de parto, el capitán y yo nos volvimos a ver, me impactó ver el rostro de la madre sufriendo”, recordó.
Barrientos agradece al Creador que todo salió de la mejor manera.
“Cuando nos dimos cuenta que la niña nació, nunca me había pasado, el médico nos dijo que apresuráramos el paso, estábamos conscientes que en cualquier momento se venía la otra. Nos dijeron que no había ambulancia y coordinamos con bomberos, traíamos lo básico, al fin fue lo que ayudó a que naciera, luego nació la otra en tierra. Ver a la madre con sus hijas en brazos no tiene palabras”, aseguró.
En vuelos ambulancia van preparados para todo, hay complicaciones al traer una persona herida, en el aire se complica más.
VIGILADAS
En el hospital mencionaron que las bebés son prematuras y que su condición es de cuidado por no contar con equipo adecuado, como incubadora para evitar complicaciones una vez que nacieron y problemas respiratorios.
Rebeca Larín, madre de las bebés, se encuentra bien y podría salir en los próximos días, sin embargo las niñas Amanda y Samantha están estables pero tardarán un par de semanas para que puedan llegar a casa, donde las espera el Coco en Guanacaste.