El Banco Central bajó de 4% a 3.8%, para el 2024 y de 3,9 a 3,8% para el 2025, la estimación de crecimiento de la economía del país. La razón de esa reducción es un menor crecimiento de la demanda externa por implementos médicos, servicios empresariales e informáticos, así como una menor expansión de la demanda interna, como consecuencia de la desaceleración en el ingreso disponible, principalmente por una menor ganancia en los términos internacionales de intercambio.
En el 2025 el principal motor de crecimiento sería la demanda interna y, en menor medida, la demanda externa. Se estima que el producto interno bruto (PIB) se ubicaría cerca de su nivel potencial en el horizonte de proyección, por lo que no se prevén presiones inflacionarias significativas por el lado de la demanda.
Por otra parte la inflación retornaría a los rangos esperados de entre un 2% y un 4%, luego de varios meses de estar en terreno negativo.