Los números hablan por sí mismos. El 2020 fue un año en que se colocó poco crédito y hubo una mayor inversión de los bancos en títulos de gobierno.
Así se desprende de un análisis hecho por el economista Gerardo Corrales, quien manifestó que a su criterio la banca se comportó como “si fuera un puesto de bolsa” más.
Según sus cifras, el Sistema Bancario Nacional aumentó sus colocaciones en títulos de gobierno en el orden de los $1.863 millones hasta noviembre de este año, mientras tanto el otorgamiento de crédito más bien caía en $405 millones.
Este comportamiento también tocó a los bancos públicos, que son los que en teoría iban a ayudar con la reactivación económica, facilitando el apoyo financiero a los distintos sectores.
Del estudio de Corrales se desprende que pasaron de tener $5.000 millones en títulos de gobierno a $6.400 millones en el último año. La mayor parte de las adquisiciones las hizo el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, conocido como el Banco de los Trabajadores.
Pero ¿por qué ocurrió esto? El economista explicó que los bancos se pusieron nerviosos con la crisis y prefirieron irse a un instrumento menos riesgoso.
“El Ministerio de Hacienda paga una buena tasa de interés y ponderan menos en el capital. Además, hay un sesgo regulatorio a favor de los bonos de gobierno. Al final lo que tenemos es un 26% de crecimiento en la compra de títulos y una caída del crédito del 1%. La banca se comporta muy conservadora, privilegia los bonos y castiga los créditos”, destacó.
Es así como Corrales concuerda con las cámaras empresariales en que la promesa del Ejecutivo para colocar miles de millones en créditos y así reactivar la economía nunca llegó a materializarse, y cuestionó la mano de Hacienda en el proyecto Ley para la Creación de un Fondo Nacional de Avales, cuya iniciativa en su opinión sí iba a ayudar a los sectores.
Un dato preocupante es que las cifras de incobrables y de bienes recibidos en dación de pago estarían subestimadas para la gravedad de la crisis económica ocurrida durante la pandemia.
Se dice que el saldo de la reserva para incobrables sube $87 millones para un 9% y de los bienes recibidos en dación de pago $22 millones, es decir un 12%.
“A partir de diciembre, los bancos están haciendo una reclasificación de riesgo, según la capacidad de pago de la persona, y hay sectores muy golpeados como el turismo, el comercio y el transporte. Eso hará que más casos se vayan a cobro judicial y aumenten los bienes recibidos en daciones de pago”, dijo Corrales.
En su criterio, los bancos deberían flexibilizarse hacia esos sectores y no tratarlos como si fueran iguales a otros, podrían hacer reestructuraciones de largo plazo, con periodos de gracia de dos años del principal, para que solo paguen intereses. “Eso quita presión al banco y al cliente”, señaló.
DIARIO EXTRA consultó a varios deudores y concuerdan en que los bancos deberían dar más tiempo para la readecuación de créditos, pues aún no acaba la pandemia.