El sufragio es función cívica primordial y obligatoria, y se ejerce ante las juntas electorales en votación directa y secreta, por los ciudadanos inscritos en el Registro Civil. (Constitución Política)
Febrero de 2020, primer domingo: elecciones municipales. El poder del pueblo, cada persona decidiendo.
Nuestro Código Municipal cita: “El municipio está constituido por el conjunto de personas vecinas residentes en un mismo cantón, que promueven y administran sus propios intereses, por medio del gobierno municipal”.
Mayores de 18 años tenemos derecho a elegir el gobierno municipal. Derecho, pero también deber ético -especial- de responsablemente seleccionar a las autoridades de cada municipalidad.
Elegiremos integrantes del concejo municipal del cantón (regidoras y regidores) a quienes fungirán como principales ejecutores en la administración local (alcaldesas o alcaldes, vicealcaldes y vicealcaldesas). En los distritos a síndicas y síndicos, y a miembros de cada uno de los concejos de distrito. También en ocho lugares a concejales municipales de distrito y a los intendentes de esos concejos municipales de distrito.
La importancia de los “gobiernos cantonales” proviene del artículo 169 de nuestra Constitución Política, que dicta: “La administración de los intereses y servicios locales en cada cantón estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo deliberante, integrado por regidores municipales de elección popular, y de un funcionario ejecutivo que designará la ley”.
Es clarísimo, los gobiernos municipales son importantísimos: facilitan o estorban el quehacer positivo en comunidades rurales o urbanas. Son -en algunos casos- encargados de suministrar el agua; en la mayoría -por ejemplo- responsables de recolección de basura y el ornato; de construir o reparar carreteras, caminos, calles, puentes, aceras o parques. Dan patentes a forjadores de empleo y generadores de impuestos. Apoyan la salud, la educación y la seguridad.
Aprueban tasas, precios y contribuciones; proponen tarifas de impuestos municipales; perciben y administran los tributos y demás ingresos. También “promover desarrollo local participativo e inclusivo, que contemple la diversidad de las necesidades y los intereses de la población”.
En síntesis, las municipalidades -sus funcionarios, especialmente los que elegimos cada cuatro años- son responsables del crecimiento cantonal, del desarrollo humano; o lo contrario, lo detienen, impidiendo vida de mejor calidad.
Por la enorme importancia de la elección de las autoridades distritales y cantonales les insto a participar: voten por partidos y candidatos de su preferencia; háganlo con orgullo, lleven a sus hijas e hijos. Debemos dar ejemplo de responsabilidad cívica.
Por supuesto, respetuosamente, invito a elegir a los candidatos de nuestro Partido Republicano Social Cristiano: defensor de las personas y las familias, de la vida (sin restricciones), de la libertad (sin opresiones), de la justicia social (sin exclusiones), del bien común (con responsabilidad personal).
Pasemos de las palabras a los hechos: con el poder del pueblo votemos responsablemente por los mejores; votemos, incluso, como forma pacífica de sancionar a este desgobierno PAC. Votemos ¿acaso como una función cívica primordial de protestar por las acciones del presidente, ya que -se considera- no gobierna por el bien común?
Votemos reclamando: queremos un cantón, una Costa Rica con vida digna, con inclusión integral, sin exclusión humana.
Las elecciones municipales no son simplemente banderas, partidos o candidatos. Son y deben ser decisiones personales en apoyo a nuestras familias.
Las municipales son por la vida de todos, con derechos humanos para cada quien.
Sumemos por la vida (por la vida positiva de lo cantonal), ya que ello es sumar por el bien general.
Votemos y defendamos la vida en democracia, que según el pensamiento -con hechos- de Calderón Guardia: “La verdadera democracia es aquella que tiene contenido económico, que brinda oportunidades a todos para levantarse con su propio esfuerzo y que contempla las necesidades de cada uno de acuerdo con su particular realidad” y “La patria tiene necesariamente que levantarse como un inmenso espíritu tutelar, sobre una plataforma de justicia cristiana”.
Participemos, hagamos de nuestro deber un derecho inclusivo para todos, con justicia social para el bien común.
*Diputado Partido Republicano Social Cristiano