La acumulación de expedientes en los escritorios de los fiscales les ha llevado a enfrentar una crisis de estrés, además de que los casos cada vez son más lentos de llevar, haciendo que muchos se pregunten si la justicia es pronta y cumplida.
El circulante promedio de cada fiscal durante el año pasado fue de 492,24 expedientes, sin embargo, no se descarta que durante este 2022 la cifra continué aumentando.
Warner Molina Ruiz, fiscal general a.i., manifestó a DIARIO EXTRA que esta situación afecta la labor de cada fiscal.
“Actualmente se manejan dos controles, un rezago general (casos que tienen menos de dos años de atraso y un rezago priorizado (casos con más de tres años de atraso).
En ambos se analiza los motivos de atraso, por ejemplo, si están pendientes informes policiales, periciales o bien si se está a la espera de prueba gestionada, mediante carta rogatoria o solicitud de asistencia internacional”, explicó.
Molina agregó que puede haber casos en los que la persona imputada no es localizada, estos también entran en la categoría de rezago.
“Lo importante es tener una visualización clara de los casos y los motivos de atraso. En algunas fiscalías, dependiendo del nivel de rezago y los motivos que lo generan, se ponen en ejecución los planes remediales.
La gran cantidad de expedientes que se deben tramitar afecta la labor del personal de las fiscalías, a lo que se suma que por limitaciones presupuestarias no se dota de más recursos a las fiscalías, sin embargo, la demanda de servicio público sigue creciendo tras año, tanto en cantidad como en complejidad”, acotó.
El máximo representante del Ministerio Público fue más allá y dijo que el año pasado cada dos minutos y 40 segundos ingresó una denuncia de un hecho delictivo.
“En el 2021 se recibieron 194.752 casos nuevos, a lo que se suma el circulante acumulado del periodo anterior, lo que dio el volumen de trabajo de 280.380 expedientes penales”, puntualizó.
EN LOS PUERTOS
Según la Unidad de Monitoreo y Apoyo a la Gestión de Fiscalías, en la Fiscalía de Puntarenas trabaja un fiscal adjunto, un fiscal y once fiscales auxiliares, de estos últimos, seis están nombrados en propiedad y uno nombrado por inopia (que no cumple con requisitos).
Nueve fiscales tienen menos de cinco años nombrados en la Fiscalía de Puntarenas, sin embargo, no quiere decir que tengan menos de cinco años de experiencia.
En el Ministerio Público de Limón, por su parte, hay un fiscal adjunto, tres fiscales y una docena de fiscales auxiliares y cuatro de ellos están en propiedad y dos por inopia. Además, 12 personas tienen menos de cinco años laborando como fiscales del I Circuito Judicial de la Zona Atlántica.
HABLAN SIN NOMBRE
Algunos fiscales que por obvias razones prefirieron no dar sus nombres manifestaron a DIARIO EXTRA que tener más de 100 casos en el escritorio es una situación incontrolable.
Agregaron que todo obedece al mal sistema de nombramientos, a la escasez de personal y que a la hora de sustituir el nuevo fiscal, el mismo dura mucho para conocer el circulante, lo que provoca que siga aumentado el rezago.
Los representantes del Ministerio Público comentaron que no existe carrera de fiscal, que se hace un examen para ingresar y no más, que se incapacitan con mucha frecuencia y que existe mucha persecución, hay agotamiento mental y físico.
Asimismo, dijeron que mucho fiscal bueno se fue a la judicatura a convertirse en juez y que hay mucho novato en el Ministerio Público que está adquiriendo experiencia lo que también retarda los casos.
VOZ DEL EXPERIMENTADO
Jorge Chavarría, exfiscal general de la República, aseguró que Emilia Navas desmanteló todo el trabajo que se hizo.
“Establecimos prioridades de tramitación y en relación al rezago se fijaban metas y se establecieron criterios de las fiscalías para ver quién sacaba más rezago, fue una política sostenida durante los siete años que estuve.
Cuando entró Emilia, desarticuló todo lo que había hecho, en los primeros cuatro años logramos disminuir la estadística criminal totalmente con ayuda del OIJ, todo fue despedazado, lo que hizo fue quitar la organización y distribuyó los casos entre todos los fiscales”, detalló.
Chavarría agregó que el circulante de los fiscales está disparado.
“El desorden es absoluto ahí, el Ministerio Público tiene que establecer metas que se alcancen poco a poco, pero influye mucho la inestabilidad de los fiscales en el puesto, se les nombra por un mes y luego pasan para otra fiscalía, mentira que esa persona que está un mes va a prestarle gran atención al caso que estaba revisando y ese caso queda suelto”, señaló.
El que fuera el máximo representante del Ministerio Público dijo que hay dificultades para hacer los concursos para nombrar en propiedad.
“Hay una serie de estudios que hace recursos humanos del Poder Judicial, hice un nombramiento grande de caso 300 personas y quedó un pendiente de casi 200 no lo llevé a cabo porque estaba atrasada en el estudio.
No se lleva al pie de la letra la justicia pronta y cumplida, hay un rezago grande que influye en el trabajo del fiscal, hay que revisar para mejorar”, puntualizó.
MUCHO POR MEJORAR
El fiscal general a.i., Warner Molina Ruiz, se refirió a la situación que atraviesa el Ministerio Público.
¿Por qué solo un examen hace para el ingreso y luego no se hace más?, ¿es decir, no hay carrera del fiscal?
-La razón es que no existe una Ley de Carrera Fiscal, por lo que los nombramientos se hacen con base en lo que está regulado en la Ley Orgánica del Ministerio Público, cuya última reforma data de 1996.
¿Ha fallado el sistema de nombramientos?
-No ha fallado el sistema de nombramientos.
¿Por qué el fiscal adjunto no tiene el poder de elección para administrar el recurso humano?
– La fiscala adjunta o fiscal adjunto sí tiene el poder de elección para administrar el recurso humano, sin embargo, en la actualidad, los despachos judiciales están siendo rediseñados por el Departamento de Planificación del Poder Judicial, lo que implica que hay criterios técnicos de otras instancias del Poder Judicial que deben ser tomados en cuenta en la asignación de recursos.
¿Cuál es el rezago en el año 2015 (administración Jorge Chavarría) y cuál es el rezago en el 2020 (administración Emilia Navas)?
– No se maneja datos del rezago del 2015. En cuanto al del 2020, la Unidad de Monitoreo y Apoyo a la Gestión de Fiscalías señaló que el circulante en rezago total era de 12.099 expedientes.