Este martes, la Policía Profesional de Migración, en coordinación con la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas, llevó a cabo una operación para combatir la trata de personas en Costa Rica.
Tres allanamientos en las provincias de Alajuela y Heredia resultaron en la detención de dos sujetos de apellidos Feng y Peng, acusados de someter a explotación laboral a dos personas de nacionalidad venezolana.
La investigación, que comenzó tras una denuncia en 2018, reveló que los detenidos captaron a las víctimas, quienes en ese entonces eran menores de edad.
Sin embargo, una vez en territorio costarricense, las víctimas fueron obligadas a trabajar en dos locales comerciales propiedad de los detenidos.
Las condiciones laborales impuestas fueron inhumanas: jornadas de más de 12 horas sin días de descanso, sin tiempos para alimentación, sin remuneración económica y sin aseguramiento médico.
Inicialmente, las víctimas continuaron sus estudios tras su llegada al país. No obstante, debido a las cargas de trabajo impuestas, se vieron obligadas a abandonar sus estudios y dedicarse completamente a las labores en los locales comerciales.
Trabajaban desde la apertura de los establecimientos hasta altas horas de la noche para realizar el cierre, enfrentando un ciclo implacable de explotación.
Peng, de nacionalidad costarricense, jugaba un papel crucial en la coacción de las víctimas. Retenía sus pasaportes y les prohibía salir de los domicilios o locales comerciales.
Feng, de nacionalidad china y administrador de los locales, supervisaba el cumplimiento de las arduas jornadas y tareas asignadas, manteniendo un control férreo sobre las víctimas.
La intervención de las autoridades policiales culminó en el rescate de las víctimas, quienes ahora, siendo mayores de edad, se encuentran bajo observancia y protección de las autoridades gubernamentales correspondientes.
Los detenidos, Peng y Feng, fueron puestos a disposición del Ministerio Público y enfrentan serias acusaciones por trata de personas con fines de explotación laboral.