Washington, (dpa).- Ariel Castro, el hombre acusado de secuestrar a tres jóvenes y mantenerlas cautivas durante casi una década en Cleveland, Ohio, aceptó hoy un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte, a cambio de pasar el resto de su vida en la cárcel.
Castro accedió este viernes a declararse culpable de 937 de los 977 cargos que pesan sobre él por haber secuestrado, violado y maltratado reiteradamente a tres jóvenes que mantuvo presas en su casa durante casi una década, hasta que una de ellas, Amanda Berry, de 27 años, logró huir en mayo, tras lo cual se conoció toda la historia.
Ante las preguntas del juez, que todavía tiene que confirmar la sentencia, Castro, un ex conductor de autobús de origen puertorriqueño, aseguró entender y aceptar el acuerdo alcanzado entre sus abogados y la fiscalía. Éste prevé una condena a cadena perpetua, así como mil años de cárcel añadidos y sin posibilidad alguna en el futuro de solicitar la libertad bajo fianza.
\”¿Comprende que se pasará el resto de su vida en la cárcel? ¿Comprende que permanecerá en la cárcel hasta su muerte?\”, le insistió el juez. \”Lo entiendo\”, replicó Castro, quien compareció en el tribunal vestido con el traje naranja de la cárcel, con una barba poblada, gafas y que durante la audiencia hizo gestos visiblemente nerviosos, aunque no bajó la mirada como en audiencias anteriores y habló con un tono de voz audible.
Con el acuerdo alcanzado hoy, Castro evita la pena de muerte que observadores coinciden era la pena más probable en este caso.
Además, el pacto permitirá además evitar la celebración de un juicio, cuyo inicio estaba previsto para el 5 de agosto. De este modo, sus víctimas tampoco tendrán que comparecer en el tribunal para testificar, algo que ya habían declarado que no querían hacer, según reportes de la prensa estadounidense.
Las víctimas son además, de Berry, Gina DeJesus, de 23, Michelle Knight, de 32 y la hija de seis años de Berry, que nació cuando la joven estaba en cautiverio. Las jóvenes habían desaparecido entre agosto de 2002 y abril de 2004. Castro, de 52 años, fue arrestado en mayo después de que las mujeres escaparan.
Las tres jóvenes víctimas publicaron a comienzos de julio un video en la plataforma online YouTube para agradecer el apoyo de la opinión pública, contar que se están recuperando y, al mismo tiempo, pedir que se siga respetando su esfera privada, algo que será más fácil de lograr si no tienen que presentarse en un juicio que habría sido seguido atentamente por las principales cadenas del país.