Autoridades señalan que medida es necesaria para el servicio
Una constante baja en la cantidad de usuarios de autobús, taxi y tren, así como la pérdida de transporte público en algunos cantones del país une a los diferentes sectores a pedir una solución: que el Estado pague parte del pasaje.
La idea pareciera llegar más tarde que temprano, pues es el ejemplo que a nivel internacional decenas de gobiernos aplican, lo que incentiva a los ciudadanos a utilizar un sistema de mayor calidad, más velocidad y menor costo.
Bernal Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de Autobuses (Canabus), comenta que en Costa Rica este subsidio económico solamente se basa en la exoneración de ciertos gastos operativos, pero que no representa una ayuda real.
“Es como decir: ‘no le cobro los impuestos, pero que Dios lo acompañe con el resto’, ¿verdad? Eso es no meterse en el riesgo del proyecto en el que estás y ahí es donde viene el problema, porque todos los negocios, cualquiera que sea, tienen costos y peligros”, indicó a Diario Extra.
El representante de los transportistas explicó que esta falta de ayuda estatal también ha propiciado un alejamiento a la utilización del transporte público, contrario a lo que sucede en la región y en los países potencia.
“Cuando en Canabus nos pusimos a estudiar esto nos dimos cuenta de que en Europa la tarifa está compuesta de otras partes. Una la paga la persona, que es la más pequeña; la otra la pone el municipio y otra, toda la ciudad, como parte del plusvalor que genera el sistema.
Es una tarifa tripartita, en la que, además, participan los comercios y todos los vinculados, donde el famoso subsidio que pone la parte estatal no es el mismo en todo lado”, añadió.
A este señalamiento se refirió también Eric Bogantes, jerarca de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), quien en conversación con este medio indicó que “el Estado costarricense debe de revisar el modelo”.
“Históricamente el riesgo de la demanda ha recaído sobre los operadores y no se tiene ningún tipo de subsidio, compensación o subvención especial. Y eso hace que, en ciertos casos, cuando la cantidad de pasajeros disminuye, con el tiempo se vuelve inviable la prestación del servicio”, amplió.
Tras la pandemia, la pérdida de este transporte para atender todas las concesiones se ha agravado, pero no era ajeno para los autobuseros que el mercado se volviese cada vez menos atractivo, pues desde el 2016 se han dejado un total de 98 rutas y algunas operan en abandono.
Esta situación no es ajena para el Consejo de Transporte Público (CTP), instancia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, que debe velar por un buen funcionamiento a nivel nacional.
Rafael Herrera, titular del CTP, comentó a Diario Extra: “nosotros lamentablemente hemos satanizado lo que es la subvención y no hay una. Creo que eso ayudaría mucho al transporte público, especialmente para los sectores más necesitados”.
Sin embargo, pese a este panorama positivo, exclamó que Costa Rica no se encuentra lista para hablar de este tipo de beneficios, pues no está en el mejor momento económicamente.
“También hemos pensado que la gente se atrae si va más cómoda, si las unidades están en mejores condiciones, dotadas de wifi de alta velocidad o tienen cargadores”, señala Herrera, como posible medida paliativa.
En temas de transporte público el país ha vivido un atraso general, pues muchos incumplen con los horarios establecidos, no existen facilidades estructurales y los trenes requieren de una urgente actualización.
Eric Bogantes
Regulador general de la Aresep
“Si uno revisa la ley de transporte público dice que es una obligación del Estado, sin embargo, el riesgo de la demanda ha recaído sobre los operadores”.
Bernal Rodríguez
Presidente de Canabus
“Son como dos caras de la moneda: transporte y subsidios. En ningún lado he visto que no aparezcan en conjunto”.
Rafael Herrera
Director ejecutivo del CTP
“El país, ante la situación económica que está pasando, en este momento no está preparado para subvenciones. Tal vez cuando la economía florezca un poco más”.