El aumento aplicado por la junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en abril a los médicos de la institución costará ¢17.164 millones.
Así lo señala el criterio remitido por la Dirección Actuarial y Económica a la presidencia ejecutiva en el oficio PE-DAE-0418-2024 el 18 de abril, del cual DIARIO EXTRA tiene copia.
De acuerdo con los números, el aumento representa un 0,57% del gasto total del Seguro de Salud y un 0,45% de los ingresos totales de la CCSS.
El informe suministrado a El Periódico de Más Venta en Costa Rica por la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) detalla que el ajuste tendría un costo anual de ¢12.628,64 millones.
A dicho monto se le debían sumar ¢4.536 millones por concepto de remuneraciones extraordinarias, más las cargas sociales.
Solo dicho incremento alcanzaría a 7.200 trabajadores de la salud.
“Del análisis realizado y considerando la magnitud del monto asociado con el costo de la propuesta de incremento salarial de los médicos de la CCSS, se puede concluir que, durante el periodo analizado, el costo de la propuesta por sí solo representaría una proporción poco significativa tanto de los ingresos como de los gastos del Seguro de Salud.
Es decir, el costo de la propuesta por sí solo no generaría una insuficiencia de ingresos para hacer frente a los gastos y demás obligaciones del Seguro”, explica el informe suscrito por la directora actuarial Carolina González.
El mismo documento puntualiza que el incremento planteado en el ajuste salarial haría que otros grupos ocupacionales, incluyendo el resto de profesionales en ciencias de la salud, así como los perfiles administrativos de la institución, pudieran “solicitar también un ajuste en sus niveles salariales, debido al decrecimiento que han experimentado los salarios de todos los trabajadores” de la Caja, producto de la implementación de la Regla Fiscal.
Lo anterior “tendría un impacto adicional en las finanzas del Seguro de Salud”.
En teoría, dicho aumento entraría a regir el 1º de junio, aunque primero se esperaría la valoración actuarial, que refiere esta nota, para definir la viabilidad de este ajuste.
PREOCUPACIÓN
Tras darse a conocer la noticia, el Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname) criticó la pasividad de la directiva para brindar soluciones y cuestionó que el ajuste propuesto no formaba parte de las peticiones formuladas por el gremio.
“Después de cinco días de silencio absoluto, la junta directiva de la Caja nuevamente pone en consideración legal y técnica cinco acuerdos que el 1º de abril su cuerpo gerencial nos presentó en el Siname y consideramos que ya tenía toda la fundación técnica y legal, cinco días en que no se avanzó en absolutamente nada”, criticó Mario Quesada, presidente del Siname.
En ese gremio indicaron que el ajuste propuesto por la Caja (que no es definitivo) fue presentado con anterioridad para calmar las aguas, pero el sindicato lo rechazó inmediatamente.
“El máximo órgano de la institución anunció este viernes un ajuste técnico de un 10,16% sobre el salario base de los médicos generales y especialistas. Sobre este anuncio, el Siname desea aclarar que dicho ajuste no forma parte de las negociaciones que se han llevado a cabo durante ocho meses con autoridades de la institución, ni corresponde a ninguna propuesta presentada por el gremio”, agregó.
NO CUMPLIERON ACUERDO
A pesar del informe actuarial que fue presentado el 18 de abril, donde decía que no había inconvenientes en las finanzas de la institución, el presidente del Siname advierte que esta y otras promesas no se han cumplido.
“Entre los acuerdos que se pactaron para la suspensión del movimiento del 10 de abril del movimiento de especialistas, estaba ya lo del salario global y el 10,16% de readecuación, pero resulta que el plazo para terminar este proceso era el 10 de junio pasado.
Incumplidos este y otros acuerdos, implica que no hay ninguna intención de la Caja de mejorar las condiciones laborales para un grupo profesional que claramente está insatisfecho con las condiciones laborales actuales en este momento”, agregó Quesada.
La situación expuesta por el presidente del Siname significaría que la institución no respetó los acuerdos que permitieron ponerle fin a la protesta de los especialistas.
INCERTIDUMBRE
El debate sobre la fuga y el faltante de médicos especialistas en el sistema de salud pública se reavivó esta semana por los resultados del alcance de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE) vistos en junta directiva y la propuesta de crear un cronograma que permita traer especialistas extranjeros.
Esta decisión se acordó de manera unánime para suplir las necesidades de los hospitales públicos.
La Caja pretende crear una hoja de ruta para contratar profesionales en las áreas de mayor escasez, como son anestesiología, cardiología, cirugía general, dermatología, endocrinología, hematología, hematología pediátrica, infectología y ortopedia, entre otras.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica conversó con Quesada, quien indicó que la medida propuesta por la junta directiva evidenciaba desconocimiento por parte de la presidenta ejecutiva de la CCSS, Marta Esquivel, de cómo funciona la institución, argumentando que mientras no puedan resolver la fuga, no podrán tener en cuenta traer nuevo personal.
“Si en este momento la institución es incapaz de retener y atraer el recurso local por las pésimas condiciones laborales y remunerativas, ¿cómo traemos médicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos? (OCDE).
Porque uno esperaría por lo menos ante una ocurrencia de estas que fueran médicos de países con condiciones de sistemas de salud similares o mejores que las nuestras. Recordemos que, a excepción de Portugal, somos el país con una de las peores remuneraciones de esta organización”, agregó.
Otra polémica que rodeó el tema fueron las declaraciones de Esquivel, quien afirmó que el Colegio de Médicos no estaba colaborando en la formación de profesionales.
Incluso, propuso ante la Junta Directiva de la CCSS un plan para traer médicos especialistas del extranjero. Sin embargo, Margarita Marchena, presidenta de ese cuerpo colegiado, se desligó de los señalamientos, al mismo tiempo que coincidió con Quesada al considerar que traer especialistas extranjeros no solucionaría el problema de fondo.