CONSULTA: Tengo un pequeño abastecedor de barrio, con cuyos ingresos y gastos estoy saliendo sin mayores ganancias, porque debe tomarse en cuenta que yo no gano salario.
Ahora me sorprende que me receten un diez por ciento de aumento por cada año, más los gastos de electricidad, porque las cámaras de refrigeración son un monstruo que se traga miles de colones al mes. ¿Qué podría hacer para protestar? Gracias.
RESPUESTA: El 10% de cualquier cantidad en una obligación deja de ser un número para convertirse en un capital generalmente impagable. Al cabo de diez años, su múltiplo ha doblado la suma original a pagar. Es un aumento irracional que supera los montos más altos de la inflación. En un negocio comercial, ese aumento va unido a otros, como aumento del costo del inventario, sueldos de los colaboradores y patentes municipales.
Con esa clase de medida, se están liquidando los comercios pequeños y medianos. Mi recomendación es que los patentados, que están organizados, lleven a cabo una protesta que podría dirigirse a la municipalidad, anunciando que no se van a pagar las patentes, o una huelga de cierre.
Ninguna municipalidad está preparada para enfrentar una protesta masiva de los comerciantes de su cantón.