Sobrepeso y obesidad incrementan probabilidad de contraer patología
En los últimos años el país ha registrado un aumento en el número de casos de cáncer de mama en mujeres menores de 40 años, hecho que llama la atención de especialistas y autoridades de salud.
Aunque históricamente esta enfermedad es común en féminas mayores de 50 años, cada vez son más las jóvenes diagnosticadas, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud, lo que plantea nuevos retos para el sistema de atención y la conciencia social sobre la detección temprana.
Según los informes, entre 2018 y 2023 la cantidad de mujeres menores de 40 años valoradas con esta patología creció 20%. El dato encendió las alarmas entre los especialistas, que intentan identificar las causas de la tendencia.
“Esto es un fenómeno que no solo aplica para cáncer de mama, hay varios tipos de cáncer en donde esta tendencia está ocurriendo, incluso algunos artículos recientes han considerado el hecho de que no solamente es preocupante por el número mayor, sino también por el hecho de que tienden a ser más agresivos”, explicó a DIARIO EXTRA Warner Alpízar, biólogo experto en cáncer de la Universidad de Costa Rica (UCR).
¿POR QUÉ ES MÁS AGRESIVO?
Uno de los mayores desafíos que enfrentan las mujeres jóvenes es la detección oportuna. Las guías de tamizaje suelen enfocarse en pacientes mayores de 50 años, esto provoca que muchas menores de 40 no accedan a mamografías o ultrasonidos mamarios de rutina, lo que retrasa el dictamen médico.
“Se relaciona, o al menos parcialmente, con el hecho de que como a esas edades tempranas de 30 años no se espera que haya un cáncer formándose, entonces los programas de mamografía y los exámenes para detectar cáncer no se recomiendan en esa población, por lo tanto, cuando el cáncer es diagnosticado, se hace más tardíamente”, agregó Alpízar.
Entre los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad están el sobrepeso y la obesidad, casos que han aumentado en los últimos años, y cuya presencia a una edad temprana hace que el origen del cáncer ocurra más pronto.
Esta situación no necesariamente acelera el avance de la patología, pero al estar sucediendo en personas más jóvenes en comparación con décadas atrás, es decir, hay más muchachas obesas en la actualidad, el cáncer aparecerá de manera anticipada.
POSPONER MATERNIDAD INFLUYE
Otra de las tendencias modernas que impacta el aumento del cáncer es posponer la maternidad. Mientras antes las mujeres tenían hijos entre los 20 y 25 años, ahora cada vez más no tienen o prefieren procrear hasta después de los 30 años.
“La producción de estrógenos, por ejemplo, también está relacionada con esto ya que al posponer la maternidad o no haber del todo maternidad esas mujeres están expuestas a estas hormonas de forma más prolongada.
¿Por qué? Porque cuando ocurre un embarazo las hormonas que están relacionadas con el desarrollo del cáncer de mama disminuyen, porque el embarazo hace que esas hormonas dejen de producirse o disminuya su producción, al no ocurrir la maternidad entonces la exposición a esas hormonas se mantiene”, detalló Alpízar.
Asimismo, la edad en que las féminas tienen su primera menstruación llega a influir debido a la permanencia de hormonas por más tiempo.
SOBREVIVENCIA ALTA EN C.R.
En Costa Rica 87 de cada 100 personas con cáncer de mama sobreviven al menos cinco años después de recibir el diagnóstico, lo que la posiciones entre los países con mayores índices de sobrevivencia por esta enfermedad a nivel mundial. A modo de comparación, Estados Unidos registra la tasa más alta con un 90%, seguido de Israel y Canadá con un 88%.
Así lo afirmó Maureen Fonseca, experta del Proyecto de Fortalecimiento para la Atención Integral del Cáncer y coordinadora de las clínicas de mama de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La doctora indicó que estos resultados se deben a la implementación de diversas estrategias en el manejo de la patología, destacando el papel fundamental que desempeñan las 63 clínicas de mama que forman parte de la red de atención, las cuales están distribuidas principalmente en el primer y segundo nivel de atención médica.
De igual forma, influye que se ha invertido en la capacitación de médicos a través de programas de pasantías en las clínicas de mama. Solo en lo que va del año, se han instruido a 14 pasantes y se espera entrenar a seis más antes de que termine 2024.
“Estos profesionales participan regularmente en actividades académicas para mejorar sus habilidades en la detección temprana y el diagnóstico preciso. Gracias a este trabajo conjunto, las personas con mayor riesgo o con sospechas de cáncer de mama son referidas de manera eficiente a los niveles de atención apropiados para abordar cada caso de forma integral, mediante la colaboración entre las clínicas de mama y los especialistas hospitalarios”, externó Fonseca.