Catalina Crespo Sancho, defensora de los Habitantes, denunció un intento de atentado contra su vida tras percatarse del corte de cables de uno de los vehículos de uso discrecional.
La denuncia tocó las puertas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público, con el fin de exigir una indagación por el fondo y determinar si hubo mano criminal.
De la misma forma, la Defensoría de los Habitantes abrirá una investigación interna en la que se analizarán las cámaras de seguridad para tratar de descubrir si existió alguna actitud sospechosa alrededor de ese carro.
En la denuncia se plasma que la vida del chofer de apellido Álvarez también corrió peligro. DIARIO EXTRA tuvo acceso a las fotografías del automotor, las cuales evidencian el estado prácticamente irreconocible en que quedaron las cuerdas de seguridad.
El vehículo es un Mitsubishi Montero Sport 4×4 modelo 2018, cuya placa es BQT936, tiene un valor fiscal de ¢14,7 millones, tiene un peso bruto de 2.030 kilogramos y está registrado a nombre de la Defensoría de los Habitantes.
“SE HICIERON INTENCIONALMENTE”
Crespo conversó con DIARIO EXTRA y recalcó que los cortes se hicieron de forma intencional porque no se ven como que se rompieran, sino que se observan cortes rectos.
La defensora acotó que la semana pasada notó que las luces no encendían bien y descubrió problemas con los frenos, por lo que se decidió llevar el vehículo al taller.
“El viernes nos mandaron las fotos, nos dijeron lo que había sucedido. Entonces esto es una alerta, una alarma muy fuerte porque imagínese si el chofer y yo estuviéramos manejando a mi casa y algo hubiera pasado. Eso es muy peligroso.
Más que eso, es ¿a qué ha llegado Costa Rica? Que una jerarca que ha denunciado corrupción por cuatro años, el objetivo es callarla de alguna forma, y como ya no se pudo callar con denuncias, que eran mentiras, con acusaciones que eran falsas, o sea, me llevaron a la Asamblea Legislativa múltiples veces. Entonces como eso a nada llegó, estamos llegando a esos niveles en Costa Rica”, denunció.
Dijo que, lejos de ser defensora de los Habitantes, es esposa y madre de 2 hijos, por lo que no se vale poner en riesgo la vida de nadie.
“DA MIEDO VIVIR EN UNA COSTA RICA ASÍ”
La jerarca acotó que esta no es la Costa Rica que conoció y da miedo vivir en un país con estas características, donde se quiere silenciar a una persona.
Crespo adujo que su mayor preocupación es que el único sitio donde el carro pasa solo es precisamente dentro de las instalaciones de la Defensoría.
“El problema de ahí es que, en el carro de la Defensoría, en el momento en que sale el chofer siempre está en el carro. Entonces si yo me bajo de una reunión, el chofer se queda siempre en el carro.
En el único momento en que se queda solo el automóvil es dentro de las instalaciones, y todavía es más preocupante porque deja un mal sabor de la boca. ¿Quién entra a las instalaciones? ¿Quién tiene acceso al carro? Da miedo vivir en una Costa Rica así y yo me niego a que Costa Rica se convierta en esto”, denunció.
Además expuso que el departamento de Proveeduría le dio un reporte del taller el viernes en la tarde y ahí fue donde se percataron de la amenaza en la que estaba envuelta.
SEGUNDO INTENTO
La defensora de los Habitantes indicó que el episodio del vehículo se trata del segundo intento en que su vida corre riesgo en menos de dos años.
El primero ocurrió el 10 de marzo de 2021, periodo en que ocurrió la manifestación de los grupos de derechos humanos que se opusieron al rol de la Defensoría a la salida institucional del plan del Instituto Humanista para la Cooperación de Países en Desarrollo (Hivos).
El programa específico es “Costa Rica un Modelo Sostenible de Prevención Combinada y Atención a la Población de Hombres que tienen sexo con Hombres y Trans Femenina”, cuyos manejos económicos Crespo cuestionó porque al parecer está ligado con botines de campaña supuestamente para favorecer al Partido Acción Ciudadana (PAC).
Ese día los manifestantes ingresaron por la fuerza a las instalaciones de la Defensoría, ubicada en Barrio México, e irrumpieron al despacho de la defensora de los Habitantes, quien ante la amenaza debió abandonar de emergencia su recinto de trabajo.