Como si se tratara de una colonia de hormigas que invade un tarro de azúcar, así llegan a Crucitas cientos de hombres y mujeres en busca del metal dorado que representa una buena fuente de ingresos, lo anterior porque, con el retiro del punto de control que, durante años, se mantuvo dentro de la Finca Vivoyet, en Cutris, San Carlos, los buscadores de oro se han ido apostando en estos espacios.
Videos y declaraciones de quienes ya están sacando oro en esta zona han motivado a otros a acercarse; un buen día podría representar más de lo que ganan en una larga jornada en una empresa, el problema radica en las consecuencias legales y de salud que esta actividad implica.
VISITA DE CAMPO
Será el viernes cuando el jerarca del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) Mario Zamora Cordero estará en la zona en una reunión con los alcaldes para planear un abordaje integral de la situación que se vive en estas tierras, donde los coligalleros han ido ganando espacios en las 910 hectáreas en las que, según Zamora, “para poder tener el control de esa zona 24/7 requeriríamos alrededor de 1.200 policías, eso implicaría la policía equivalente a Cartago, Alajuela, Heredia y San José”.
En esta visita se buscará incluir a los líderes comunitarios, quienes conocen de primera mano la realidad de la zona lo que permitirá una mejor organización de las acciones a ejecutar.
GRAN ESFUERZO
Según los reportes que maneja el MSP, existen 26 puntos en los cuales estas personas estarían extrayendo el metal ilegalmente, pero no se descarta que haya otras locaciones, tomando en consideración el amplio territorio y la posible llegada constante de personas.
Se están realizando labores de patrullaje montaña adentro, con presencia de funcionarios de Fuerza Pública y unidades de la Policía de Fronteras.
El trabajo de los cuerpos de seguridad va más allá del tema de los coligalleros; las autoridades han señalado que en esta zona se han desarrollado especies de cuarterías que funcionan como base de operaciones.
Ante este panorama, se están tramitando las autorizaciones legales correspondientes para accionar en estos lugares.
NEGOCIACIONES
Con el traslado del punto de control que se mantenía en la Finca Vivoyet, de alguna forma había una especie de contención de personas en la zona extrayendo oro, sin embargo, una vez los funcionarios fueron trasladados, se desató una ola de coligalleros que supera la capacidad de las fuerzas policiales.
De allí que las autoridades nacionales, se encuentren en una nueva negociación con los propietarios de la mencionada finca para la instalación de “un puesto de observación que nos permita tener un sistema de alerta temprana, para cuando se dan estos movimientos a lo interno de la finca y tener reacciones de policías inmediata”.
Pobladores de la zona esperan que las intenciones gubernamentales se concreten en soluciones efectivas pues temen que, con este ingreso indiscriminado a la comunidad, la seguridad de sus habitantes se vea alterada.
CONTRADICCIÓN
En redes sociales, circuló un correo supuestamente emitido desde la Unidad Móvil de Policía de Frontera de Los Chiles, en el que se señala que el retiro de los funcionarios en la Finca Vivoyet es una solicitud “de las jefaturas del Ministerio de Seguridad Pública, por orden presidencial”