Evo Morales está siendo investigado por presuntamente haber violado a una menor de 15 años y por organizar una red de jóvenes a su disposición durante su mandato, conocida como “Generación Evo”, lo cual aseguró que se trata de una mentira que ya investigó la justicia, sin hallar nada en su contra.
El ministro de Justicia César Siles reveló el jueves que Morales tiene “un proceso abierto”, con “una investigación en curso”, por presuntamente haber violado a una menor de 15 años en 2015, cuando era presidente.
Este viernes desde Cochabamba, su fortín político, y rodeado de seguidores, Morales respondió a Siles: “No puedo entender qué clase de ministro de Justicia tenemos, sabiendo que este caso está cerrado, porque no hubo nada, es una mentira”.
Este caso salió a la luz después de que la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, denunciara que fue removida de su cargo por el fiscal general, Juan Lanchipa, para evitar la detención de Morales.
La acción de Lanchipa fue criticada por el Gobierno de Arce, y varios ministros exigieron explicaciones.
Según el expresidente, el gobierno de su otrora aliado reflotó 4 procesos para perjudicarlo políticamente, incluido el del presunto abuso de la menor.
En 2020 el gobierno de Jeanine Áñez “usando al Ministerio de Justicia ya me procesó, ya me investigó, y se ha demostrado que no hubo nada”, declaró Morales en conferencia de prensa.
“Han investigado todo el año, y no va a haber nada. Es otra mentira más”, reiteró.
El exmandatario también mencionó que otros casos en su contra están relacionados con la marcha que lideró, por la que se le acusa de instigación pública a delinquir, daños a la infraestructura vial y el uso de un vehículo de lujo perteneciente a una persona con antecedentes de narcotráfico.
“Lamentablemente en Bolivia no tengo libertad de expresión ni de locomoción”, agregó.
En relación con el Gobierno de Arce, Morales escribió en la red social X.
También añadió, “por este motivo, luego de la Marcha para salvar Bolivia, activaron de forma simultánea 4 procesos penales para buscar mi aprehensión, pues creen que enviándome a la cárcel, callarán la voz de un pueblo descontento con una gestión que arrastró al país a la quiebra”.
Arce y Morales mantienen una prolongada disputa por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y del Ejecutivo en Bolivia.
Desde 2021, están distanciados por la lucha por la candidatura presidencial del partido de cara a las elecciones del próximo año.
Ambos políticos se acusan mutuamente de la crisis económica en Bolivia, que incluye la falta de dólares, el aumento en los precios de productos básicos y la escasez de combustible.
AFP.