Después de 24 horas del asesinato de Mario Rodríguez Quesada, profesor de artes plásticas pensionado, vecino de Sabana en San Ramón, las autoridades han recabado evidencias en la casa de la víctima que permiten señalar el robo como móvil del crimen.
Personal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registró el testimonio de los familiares para valorar la posibilidad de dar con el o los homicidas, ya que no se ha determinado cuántos participaron.
Tal como informó El Periódico del Pueblo, el adulto mayor de 68 años fue localizado sobre un charco de sangre y se confirmó que la agresión que le quitó la vida se la propinaron con un filoso puñal.
Todo apunta a que lo atacaron con la intención de sustraer bienes de la vivienda del occiso.
“Recibimos datos de la familia que indicaban que el miércoles por la noche fue la última vez que fue visto y que el jueves no había sido localizado en su casa.
Como consecuencia se desplazaron a la casa y visualizaron el cuerpo de la persona con varias heridas, presentaba múltiples heridas en el tórax y abdomen”, dijo Walter Espinoza, director del OIJ.
DINERO
Según versiones confidenciales de allegados, don Mario no confiaba mucho en los bancos y mantenía una gran cantidad de efectivo en su casa.
Aunque no se especificó el monto y los judiciales no mencionaron el tema, al parecer los conocidos de este hombre en San Ramón sabían sobre el rumor de la “guaca” de dinero que al parecer tenía en su hogar.
Las indagaciones señalan que se encontró evidencia que los hampones trataron de ubicar algo en la vivienda.
“En este momento se analiza la victimología y se realizan las entrevistas, en un principio el robo sería el móvil ya que el o los responsables se llevan el vehículo del fallecido y además de varios teléfonos celulares, pero también trataron de sustraer otros artículos que no lograron sacar”, explicó.
Aunque no se descarta otras causas del crimen, el robo pareciera agarrar fuerza tomando en cuenta que -según las pruebas- don Mario conocía y le tenía confianza a su asesino.
En la propiedad no había signos de que las puertas fueron violentadas y el responsable sabía la ubicación de las llaves del auto de la víctima.
El sospechoso de llevarse el carro quedó grabado en cámaras de seguridad en carretera y lo abandonó a varios kilómetros de la casa del docente pensionado.