Un silencioso y sorpresivo asesino mata anualmente a 9,4 millones de personas en el mundo. Contrario a lo que indican las teorías conspiratorias y los “memes” de Internet, no se trata de un ninja ni de un virus manipulado genéticamente, sino más bien de una enfermedad bastante común: la hipertensión arterial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) escogió este año dicho padecimiento como su tema del Día Mundial de la Salud, el cual se celebra el 7 de abril, pues es el responsable del 45% de los ataques de corazón y del 51% de los derrames cerebrales.
ENFERMEDAD EN AUMENTO
Según los últimos datos con que cuenta la OMS, que datan de 2008, el 40% de los adultos de más de 25 años padecía hipertensión. Es decir, 1 de cada 3 adultos, o 1.000 millones de personas en 2008 sufrían de hipertensión, cuando en 1980 esta dolencia afectaba a 600 millones de personas mayores de 25 años.
En nuestro país esta letal enfermedad constituye la principal causa de consulta médica de la población adulta. Según datos del Ministerio de Salud en el 2004 afectó al 25 % de la población mayor de 20 años residente en el Área Metropolitana y para 2010 alcanzó al 37,8 % de la población nacional.
Uno de los principales problemas con que se enfrenta la lucha contra la hipertensión es el hecho que afecta especialmente a los países de ingresos medios y bajos. De hecho, cerca del 80% de las muertes causadas por enfermedades cardiovasculares se da en los países en desarrollo.
“La explicación es que en los países desarrollados los sistemas de salud detectan de forma temprana la dolencia y la pueden tratar porque tienen los medios para ello.
Sin embargo en lugares como África no solo los sistemas de salud son débiles sino que los hábitos culturales han cambiado, y para peor”, explicó en rueda de prensa Shanthi Mendis, directora del departamento de Gestión de las Enfermedades No Transmisibles de la OMS.
VIGILE SU DIETA
El consumo de tabaco, el exceso de sal o de azúcar, la falta de ejercicio y el colesterol alto son algunas de las causas directas de la hipertensión.
“La detección precoz de la hipertensión y la reducción de los riesgos de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares resultan mucho menos costosas para las personas y los gobiernos que la cirugía del corazón, la atención posterior a esos accidentes, la diálisis y otras intervenciones que se pueden requerir posteriormente si la tensión arterial no se controla”, dijo Mendis.
SÍNTOMAS SILENCIOSOS
Si usted siente vértigo y mareo, presenta hemorragias nasales, visión poco clara, dolores de cabeza, zumbidos en los oídos o taquicardia es mejor que vaya al médico y se haga exámenes, pues podría tener una bomba de tiempo conectada a su corazón. Esta puede causarle agrandamiento del órgano, rigidez arterial, daños en el riñón y problemas de vista.
Los valores normales de la presión rondan los 120 y 80, y se diagnostica una hipertensión cuando estos índices están la mayoría del tiempo por encima 140 y 90, respectivamente.
La mejor manera de tratar la hipertensión es mantener la dieta adecuada y prescindir de las costumbres nocivas, ya que eliminando la sal de las comidas, las grasas, el alcohol y el tabaco, la salud mejorará notablemente sin tener que recurrir a medicaciones.
La actividad física y la relajación son otras combinaciones necesarias para que la tensión no se dispare.