Conarroz no espera afectación a productores nacionales
El arroz proveniente de Estados Unidos no paga ningún impuesto de entrada al país desde el 1º de enero pasado, cuando se cumplieron 20 años de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (Cafta), por sus siglas en inglés.
Sin embargo, esto no afecta a la producción nacional, que ha ido tomando medidas para este momento, según explica Fernando Araya, director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
“Cuando el modelo era regulado, el comprador final llegaba a un supermercado y elegía por calidad, porque el precio para todas las categorías era el mismo, y el costarricense se volvió un cliente muy exigente”, declaró.
Según comenta, es la calidad lo que da confianza a una marca. Afirma, además, que la categoría de mayor venta en el país es el de 99% grano entero.
Menos importación
De acuerdo datos de la Federación Centroamericana de Arroz (Fecarroz), desde 2014 fue disminuyendo la importación del grano estadounidense a Costa Rica.
Al principio, cubría apenas la cuota mínima acordada, de 60.000 toneladas anuales.
Sin embargo, a partir de entonces, la llegada a suelo nacional de este alimento producido en Norteamérica es cada vez menor, lo que se refleja también en el resto de los países de la región.
Previo al Cafta, en 2004, cuando los aranceles estaban entre 35% y 90%, ingresaron a Centroamérica 600.000 toneladas procedentes de Estados Unidos, mientras que el año pasado, con impuesto de ingreso de solo 4,20% en el caso de Costa Rica y desgravado totalmente en el resto de la región, ingresaron menos de 250.000 toneladas.
A pesar de esto, desde el inicio de la Ruta del Arroz de la Administración Chaves Robles, el mayor riesgo para la producción nacional proviene del Cono Sur. El 85% del arroz consumido en el país provino de Brasil, Uruguay y Paraguay durante el 2024.
Ante eso Conarroz presentó un proyecto de ley para crear un “Fondo arrocero”, con el fin de auxiliar a los productores nacionales. “Busca es permitir que el productor nacional tenga competitividad contra ese tipo de precios altamente subsidiados y distorsionados”, expresó Araya.