Eliécer Araya, presidente de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), y Eduardo Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Aninsa), concedieron una entrevista a DIARIO EXTRA para hablar del panorama del sector en el marco del XII Congreso Nacional Arrocero.
En el encuentro, los arroceros tenían la expectativa de que se decretara el desabasto, pero no fue así. La promesa del ministro de Agricultura, Luis Felipe Arauz, es que se daría una noticia en los próximos días, lo que molestó a algunos participantes.
Si no hubiera desabasto se corre el riesgo de que el arroz no alcance para satisfacer la demanda de consumo nacional.
¿Cómo está eso de entrar en el negocio de la banca de segundo piso?
– Nosotros necesitamos, al ser una entidad pública no estatal, autorización de la Contraloría General de la República. Hay algo por ahí que dice que no podemos manejar fondos financieros. Esto se mandó a consulta hace 15 días. El BAC San José generaría los dineros a Conarroz para que podamos prestar a los agricultores y las industrias serían los recaudadores.
¿Eso implica una ampliación de oficinas?
– Probablemente que sí. En este momento no puedo responder, pero podría destinarse un área de Conarroz para eso, pero no queremos burocracia que nos vaya a encarecer los préstamos . La idea es medio punto o un punto porcentual de recargo a lo que presta el Sistema de Banca para el Desarrollo para que podamos financiar ese proyecto.
¿Por qué si hay bancos y cooperativas Conarroz se quiere meter en esto?
– La gente que está utilizando créditos de los bancos es muy poca, el poco crédito que se hace es básicamente de las casas comerciales que venden los productos, pero no es aconsejable, porque eso encarece la producción. El acceso a Banca para el Desarrollo (SBD) es muy limitado.
Usted habló de una carta donde se limitan los préstamos. ¿A qué se refería?
– Ha habido mucha duda porque el banco no está prestando a gente que inicialmente venía prestando. Esa carta la envío el BAC San José. Ellos dicen que han tenido problemas de recuperación y otras cosas. Los otros bancos hasta donde uno sabe no están prestando los fondos del SBD y están pidiendo garantías muy fuertes, hay muchos arroceros que lo que hacen es alquilar la tierra.
¿Qué pasa con las pólizas?
– En lo personal no estoy satisfecho sobre cómo quieren hacer la estimación de la cosecha. Antes uno aseguraba por un monto y el INS fijaba de acuerdo con la producción y la diferencia con la industria. Ahora no estamos claros en cómo lo van a hacer, dicen que va a llegar un técnico a medir la cosecha al campo y con base en esa medición van a estimar. Es muy subjetivo, yo todavía no conozco a nadie capaz de hacer eso.
¿Y qué van a hacer ustedes?
– Queremos que el Ministerio de Agricultura nos acompañe a ver qué pasa. El ente rector es el Ministerio. El seguro de cosechas debe permanecer en el tiempo, necesitamos tener un seguro, tenemos muchos cambios en el clima.
Todo esto desestimulando la producción nacional.
¿Cómo está la producción, hay una baja?
– Hay una baja en las hectáreas. Teníamos 84 mil el año pasado contra 48 mil que tenemos hoy. La baja por área se debe a la falta de seguridad del productor y también influye el clima. La caída no sé si anda por las 29 mil hectáreas.
¿La actividad dejó de ser rentable?
– Es correcto. Tenemos que ver cómo bajamos los costos, somos un país sumamente caro.
¿Eso afecta el precio al consumidor?
– No porque está regulado. Lo que sí va a impactar en el precio es que declare desabasto el gobierno. Este es el tercer año que veníamos solicitándolo. Si se hace un mix, nosotros producimos un 50%, más 20% que viene por contingente y un 30% por desabasto que se va a beneficiar del precio internacional.
¿Era necesario?
– Para nosotros era totalmente necesario el desabasto porque no es una ocurrencia, es una necesidad. Se deben importar unas 60 mil toneladas al año y va a haber un déficit importante para satisfacer el consumo nacional.