Un grupo de Padres de familia de la Escuela Tranquilino Sáenz Rojas, en San Juan de Santa Bárbara de Heredia, cerraron los portones principales del centro educativo como medida de protesta contra una docente de religión.
Según denuncian, la maestra se dirige a los estudiantes de una manera irrespetuosa, provocándoles incomodidad. “Mi hijo está en sexto grado y al principio los problemas con la docente estaban relacionados con los niños que no recibían clases de religión, sin embargo, sus actitudes se fueron generalizando.
Les dijo que los papás eran unos vagos, que no trabajamos y que los hijos son como son por nosotros. Ya eso había pasado y se había sacado de la escuela antes, pero la situación siguió exactamente igual”, mencionó una de las madres de los menores afectados.
Así mismo, afirman que la profesora fue suspendida tiempo atrás por problemas muy parecidos a los que ahora denuncian, por lo que, cansados de la situación, tomaron la decisión de cerrar la escuela.
Además, alegan que mantendrán la medida hasta que llegue algún representante del Ministerio de Educación Pública (MEP) que brinde una solución relacionada al despido de la funcionaria.
“Nosotros lo que pedimos es respeto, simplemente. Ella es una profesora de religión y la religión enseña valores, nosotros no podemos mostrar a los chicos que una figura de respeto muestre irrespeto, miren cómo está el país.
En la casa tratamos de que haya una armonía y de enseñarles la manera de tratar a los profesores. ¿Cómo les vamos a mostrar eso si los mismos profesores son los que los maltratan de manera verbal?”, agregó otra madre que quiso mantenerse en el anonimato.
Los padres también aseguran que han intentado dialogar en múltiples ocasiones con la profesora, pero no notan ningún cambio en su actitud. DIARIO EXTRA trató de conversar con la docente de religión, sin embargo, prefirió guardar silencio.
MADRES PREOCUPADAS
Lizeth Araya
“La situación nos sorprende y nos asusta, además, no viene de ahorita, sino desde años anteriores. Es muy preocupante la forma en la que ella se comunica con los niños y hasta con los compañeros de trabajo, incluso mi hija me ha expresado que no quiere asistir a clases de religión por los tratos de la maestra”.
Jennifer Soto
“Es demasiado. Ya se ha hablado con la directora y no se hace nada. Yo no puedo explicar el daño que les están haciendo a los niños, no nos respeta ni a nosotros, los padres, y esto ya lleva meses. El año pasado la suspendieron y otra vez la volvieron a meter, yo no lo puedo creer. Mi niña no tiene por qué estar escuchando las cosas que ella dice”.