\”Latinx\” es una palabra neutra o no binaria en cuanto al género que se ha hecho popular en los últimos años entre algunos grupos, políticos y universidades. Lo usan principalmente algunos jóvenes para describir a personas de origen o ascendencia latinoamericana, como alternativa a la simple denominación de \”hispanos\” o \”latinos\”.
Pero en general pocos lo conocen y todavía menos lo emplean.
Según un estudio de 2020 del Pew Research Center, una de cada cuatro personas de la comunidad latinoamericana ha oído hablar de él pero solo el 3% lo utiliza para describirse.
Los demócratas son más proclives a usarlo que los republicanos, en cuyas filas algunos le declararon la guerra, como la gobernadora Huckabee Sanders, quien fue jefa de prensa de la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021).
Este martes, Sanders firmó un decreto para respetar, según ella, a la comunidad de origen latinoamericano \”al eliminar palabras culturalmente insensibles del uso oficial en el gobierno\”.
– Lo dice la RAE –
\”El lenguaje étnicamente insensible y peyorativo no tiene cabida en los documentos oficiales\”, sentencia la orden de Sanders, la cual concede 60 días de plazo a las oficinas para revisar todos los materiales escritos y reemplazar \”latinx\” -en singular, plural, minúscula y mayúscula- por los términos hispano, hispana, latino o latina, según corresponda.
Para justificar su decisión cita el estudio de Pew Research y a la Real Academia Española (RAE).
\”No se puede quitar el género del español y otras lenguas romances\”, como tampoco las vocales y los verbos del inglés, sostiene en el decreto.
En su informe sobre lenguaje inclusivo la RAE afirma que, como el masculino gramatical es el término \”facultado para usos genéricos e inclusivos, puede servir para incluir en la referencia a quienes no se sientan identificados con ninguna de las categorías sexuales o genéricas binarias\”.
Pero la nueva palabra sí figura en los diccionarios en inglés Oxford y Cambridge.
La polémica está servida, aunque ya llevaba un tiempo burbujeando en el seno del Partido Republicano.
Sin ir más lejos, la víspera de las elecciones de medio mandato de noviembre pasado, la republicana Mónica de la Cruz, que consiguió un escaño, tuiteó: \”Los demócratas son el partido de los Latinx. Nosotros somos el partido que respeta tu cultura y reconoce a los hispanos como las personas que le han dado al mundo iconos culturales como nuestros queridos Selena, Luis Miguel, Tito Puente y Celia Cruz\”.
Una controversia que no parece cuajar entre la mayoría de los más de 62 millones de personas de origen latinoamericano que viven en Estados Unidos, donde se inventó el nuevo término.
En un sondeo de 2021, Gallup preguntó a los encuestados si preferían que les llamaran \”hispano\”, \”latino\” o \”latinx\” y el 57% respondió que le daba igual. Pero sólo el 4% mencionó \”latinx\”.
– Latin@, latinx, latine-
Sin embargo, a veces las encuestas se equivocan y en cualquier caso su resultado no sienta cátedra.
Para sus defensores, el término \’latinx\’ no es anodino.
\”La etiqueta \’latinx\’ indica una apertura a la inclusión de género y un mayor reconocimiento tácito de nuestra diversidad racial y étnica\”, estimó en una columna en The New York Times Arlene Dávila, directora fundadora del Latinx Project en la Universidad de Nueva York.
Antes que \’latinx\’ ya se usaba \’latin@\’ y desde hace un tiempo ha aparecido un rival en el mundo de la inclusión de género: \’latine\’, promovido por aquellos que consideran que se ajusta más a la gramática española.
\”Sí, por favor, preferimos latine, encaja mejor en nuestro idioma que latinx, que fue creado exclusivamente por personas de habla inglesa en el oeste!!\”, afirma al respecto un internauta en Twitter.
Y a quien no le guste ninguno de estos términos pero defienda el lenguaje inclusivo en cuanto al género siempre puede dejar de lado el calificativo racial y especificar, por ejemplo, el origen geográfico cuando lo considere necesario.