La elección de la presidencia del Congreso está prácticamente cocinada y es un hecho que Rodrigo Arias se reelegirá en el cargo.
A los 30 votos que ya había conseguido se deben sumar seis más del Partido Liberal Progresista (PLP) liderado por el diputado Eliécer Feinzaig.
En principio, el liberal había señalado que Arias no debía continuar en la principal silla del Directorio Legislativo, sin embargo, luego de conversaciones se decidió respaldar al verdiblanco para mantener un Directorio de oposición.
La bancada naranja agregó que, además de buscar la agilización de proyectos, se siente cómodo en no contar con la presencia del oficialismo en el Directorio.
“Con la decisión de Nueva República de apoyar a Rodrigo Arias, la única forma de elegir a alguien distinto era con los votos de la fracción oficialista y eso significaba entrar en una negociación que dijimos que no íbamos a aceptar, menos con las constantes y continuas amenazas del presidente y Pilar Cisneros al Estado de derecho.
Con los anuncios de Gilbert Jiménez, Felipe García y Vanessa Castro, Rodrigo Arias alcanzó los 30 votos para ser reelecto (necesitaba 29).
“Conversamos con él para generar el compromiso necesario que permita la aprobación de los proyectos presentados por el PLP que representan un cambio profundo y eficaz en materia de reforma del Estado, reducción de impuestos, reactivación económica y seguridad principalmente.
Proyectos como Simple I, la venta de Fanal, el cierre de Recope y el de Alianzas Público-Privadas, el proyecto para el enjuiciamiento de las causas declaradas como narcoactividad y el proyecto de ley de crimen organizado juvenil”, señalaron los liberales.
El PLP asegura que no aspira a ningún puesto en el Directorio Legislativo, aunque, entre corrillos, se menciona que una figura liberal estaría en los principales puestos del Congreso. La que más suena sería la cartaginesa Johanna Obando.
“Para el PLP lo más importante es que en este tercer año cambie la operatividad de la Asamblea con propuestas de las jefaturas que sean escuchadas y aceptadas por la presidencia y el Directorio (…).
Podríamos no haber ofrecido nuestros votos para el Directorio de oposición, eso lo analizamos y discutimos con mucha seriedad a lo interno de la fracción, pero eso hubiese resultado en que nuestros proyectos fueran bloqueados, mocionados y quedaran sin avance en este tercer año.
Significaría también que no tendríamos el espacio para presionar por el avance de los proyectos que le interesan al PLP y por los cambios que urgen en la conducción del debate legislativo para agilizarlo y minimizar la pérdida de tiempo, seríamos una fracción sin incidencia en la agenda legislativa y sin visualización”, precisaron.