Buenos Aires, (AFP) – La mayoría peronista y sus aliados en el Senado argentino se disponen a convertir en ley un proyecto con medidas de emergencia económica del presidente Alberto Fernández, a diez días de haber asumido el mando de un país en \”virtual default\”.
La sesión conducida por la titular de la cámara alta, la vicepresidenta Cristina Kirchner, exmandataria peronista de centroizquierda entre 2007 y 2015, inició este viernes, luego de que la ley fuera aprobada en la Cámara de diputados, y pocos minutos después se llamó a una pausa debido a la controversia por algunos puntos polémicos.
La ley intenta enfrentar el aumento de la pobreza (a 40% de la población), la recesión (-3,1% de caída del PIB en 2019), la deuda (que ronda el 90% del PIB) y la inflación (55% anual) con alzas de impuestos a sectores de las clases altas y medias, ensambladas con incentivos fiscales a la producción y el comercio de las Pymes.
Ante el rechazo que el proyecto inicial generó entre diputados de la oposición y algunos aliados del peronismo, el gobierno decidió a último momento modificar un polémico artículo que otorgaba al presidente peronista de centroizquierda amplias facultades para modificar las estructuras del Estado.
Con el cambio, Fernández consiguió para su reforma apoyo del peronismo y de otros bloques en diputados, con 134 votos a favor, frente a la negativa de 110 opositores.
El proyecto propone un impuesto de 30% sobre operaciones que van desde la compra de moneda extranjera hasta el pago con tarjetas de crédito en el exterior, extracciones de efectivo en el exterior o el pago en Argentina de plataformas como Netflix o Spotify. Fernández mantuvo el tope de venta de apenas 200 dólares por persona por mes.
Otras medidas de impacto en la sociedad son el aumento en la tasa del impuesto a los bienes personales (la riqueza) y una fuerte alza a los tributos a importaciones de autos de alta gama, para rescatar de la crisis a las fábricas locales, cuyas ventas cayeron casi 50%.