La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) analiza desde hace un tiempo si continúa midiendo de la misma forma el valor de los activos (propiedades) de las empresas operadoras eléctricas a la hora de calcular la tarifa.
Así lo confirmó el regulador general Eric Bogantes, quien comentó que las principales críticas al modelo de cálculo se basan en un informe elaborado por la propia Aresep en 2020.
“Estamos en ese proceso, revisar con más detalle las implicaciones que tiene hacer el reconocimiento de la revaluación de activos”.
Sin embargo, Bogantes asegura que el tema se complica porque las normas internacionales de información financiera (NIIF) permiten que las compañías pueden revaluar sus activos como una forma de mantener su valor.
Asimismo, señala que las empresas eléctricas realizan año con año inversiones para el mantenimiento de estos activos, dentro de los que se encuentran las plantas de generación, edificios operacionales, vehículos, entre otros. Por lo que se debe tomar en cuenta este aspecto dentro de los costos operativos.
En la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) consideran que la aplicación de la metodología tarifaria vigente afecta a los consumidores, pues se paga más de cinco veces el valor original de los activos de las compañías eléctricas.
De igual manera, externan que el año pasado el excedente de operación (lo que gana después de cubrir los costos operacionales) en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) fue de ¢286.000 millones, es decir, ¢63.000 millones más de lo aprobado por Aresep.
Por lo anterior, en la Cámara solicitaron a la Autoridad Reguladora una rebaja de tarifas para 2025 de 29,95%.
No obstante, el ICE apunta que desde 2016 no ha efectuado una revaloración de sus activos, por lo que “no se refleja ninguna cuenta ni gasto asociado a este rubro en los pliegos tarifarios presentados ante la Aresep”.