Los arroceros estarían dispuestos a ceder en la reducción del arancel que actualmente protege a la producción nacional a cambio de que el Gobierno entregue un subsidio.
El beneficio iría dirigido únicamente a los micro, pequeños y medianos productores. No obstante, la propuesta implicaría que Costa Rica haga un planteamiento ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
José Luis Bolaños, presidente de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), manifestó que eliminar el arancel o reducirlo al mínimo significaría la ruina del productor nacional.
Esto implicaría perder el acceso al 40% del arroz que se consume en Costa Rica, el cual es cosechado en suelo nacional, lo que generaría consecuencias desde el punto de vista de seguridad alimentaria.
En este momento, el arroz está protegido por un arancel del 35% y algo similar ocurre con otros productos como la leche y el azúcar.
“Quitar el arancel tendría un perjuicio sobre toda la economía, se generaría un desempleo enorme, sobre todo en la zona rural. Nosotros elaboramos un proyecto que queremos presentar que conlleva un equilibrio”, dijo Bolaños, quién acotó que los productores grandes no serían cobijados por esta propuesta.
En el país hay 518 productores de arroz, 33 son grandes. El resto está compuesto por pequeños y medianos, según los datos de Conarroz.
“Si se libera el precio del arroz por las condiciones actuales el precio tendería al alza, estamos hablando de hasta ¢40 por kilógramo”, señaló. Bolaños se refiere al alza en el costo de los insumos a nivel nacional e internacional debido a las presiones inflacionarias postpandemia y derivadas del conflicto armado.
“Eliminar el arancel significaría acabar con la producción arrocera, por los costos de producción en Costa Rica y porque no recibimos un subsidio, a diferencia de Estados Unidos y Sudamérica”, enfatizó.
De acuerdo con Bolaños, están a la espera de poder sentarse a conversar con el gobierno electo, dado que es un hecho que promoverá un decreto para bajar el precio del arroz.
DIARIO EXTRA conversó con Stephan Brunner, vicepresidente electo, quién tendrá a su cargo la coordinación del equipo económico, para ahondar en un poco de detalles.
Este manifestó que cualquier medida que se tome tendría que entrar antes de la siembra de la cosecha arrocera. “Nosotros tenemos que darles a ellos seguridad de qué va a pasar antes de que siembren, no podemos cambiar las reglas del juego a medio camino”, agregó.
Indicó que para los pequeños y medianos productores se mantendría un precio de sustentación, el cual sería financiado por un arancel más bajo del que hay actualmente.
“Estamos hablando de un arancel que quede en un 5% y como solo el 10% lo producen los pequeños y los medianos, al cobrar un 5% sobre toda la importación, que es como un 65% del consumo nacional, eso se multiplica por ese 10% y con eso se crea un subsidio”, explicó y dijo que para hacer estos cálculos echa mano de su experiencia en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, cuando calculaba el precio del arroz.
Calificó el sistema que hoy tienen los arroceros como un “privilegio” que lleva décadas. “Se les va a quitar y van a tener que acomodarse a eso”, recalcó.