Santiago. (AFP) – El Congreso de Chile dio luz verde este miércoles a un nuevo proceso para reemplazar la Constitución redactada en la dictadura de Augusto Pinochet, luego de que el anterior esfuerzo terminó en fracaso en el plebiscito del 4 de septiembre.
El texto que abre este nuevo proceso, una reforma a la actual Carta Magna, se aprobó en la Cámara de Diputados por 109 votos, 37 en contra y 2 abstenciones, por sobre el quorum necesario.
Durante décadas la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet (1973-1990) ha sido señalada como la responsable del modelo político, económico y social imperante en Chile. El estallido social de octubre de 2019 impulsó y le dio sustento a la idea de que era el momento de escribir una nueva carta magna.
En este nuevo proceso constituyente trabajarán tres instancias, a diferencia del anterior, cuyo borrador fue redactado por una convención paritaria de 154 miembros elegidos por votación popular y con cupos reservados para pueblos originarios.
Esta vez solo los 50 miembros del Consejo Constitucional serán elegidos en unos comicios, el 7 de mayo. Los 24 integrantes de la Comisión de Expertos y los 14 del Comité Técnico de Admisibilidad serán designados por el Congreso.
El Consejo Constitucional, en tanto, comenzará a trabajar el 7 de junio. Para aprobar las normativas y articulado del borrador se necesitará el voto favorable de tres quintos de los consejeros, no los dos tercios del proceso anterior.