Los diputados aprobaron, en primer debate, un préstamo por $300 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Los recursos, según el proyecto de ley, se destinarían para políticas de desarrollo para gestión fiscal y descarbonización.
Al tipo de cambio actual, el monto supera los 193.500 millones de colones
Del mismo modo, el empréstito pretende “apoyar a Costa Rica” en materia de ingresos y empleos, fomentar la recuperación de las Pymes y, además, reforzar la sostenibilidad fiscal pospandemia y promover el crecimiento verde.
El plazo del crédito es a veinte años y la tasa de interés es de 1,58%.
El préstamo cuenta con un periodo de gracia de cuatro años y, en caso de que el Gobierno se atrase en el pago de los intereses, se deberá pagar un 0,25% de multa.
Punto por considerar es que parte del préstamo se utilizará para sustituir deuda interna por externa y disminuir el pago de intereses.
Adicionalmente, se dispuso que el 10% será para amortizar la deuda del Gobierno con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y, del mismo modo, se busca que los recursos estén fuera de la aplicación de la regla fiscal.
“Este proyecto no crea gasto nuevo, sino que sustituye fuente de financiamiento. Va en la línea de la estrategia de bajar el costo de la deuda del Estado costarricense (…) En un momento tan complejo como el que estamos viviendo, podría bajar la presión que hay sobre el tipo de cambio”, dijo la diputada oficialista Laura Guido.
“Este empréstito con el BIRF no debería representar un mayor gasto del que se encuentra planificado en la Ley de Presupuesto Ordinario y Extraordinario de la República para el Ejercicio Económico del 2021 (Ley N.º 9926), así como en el marco fiscal de mediano y largo plazo”, sostiene el texto de ley.
En caso de que se apruebe en un segundo debate, pasará a manos del Poder Ejecutivo para convertirse en ley de la República.