La Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) autorizó la compra de 1,7 millones de frascos de insulina con el fin de que los asegurados con diabetes mantengan la enfermedad bajo control.
La inversión de $5,2 millones (¢2.827 millones) revela el aumento en la prevalencia de la enfermedad en la población mayor de 20 años.
De acuerdo con la última encuesta de Vigilancia de los Factores de Riesgo Cardiovascular efectuada por la CCSS y dada a conocer en diciembre anterior, la prevalencia de la enfermedad pasó del 10,2% en el 2010 al 12,2% en 2014.
La doctora Rocío Sáenz, presidenta de la CCSS, dijo que enfermedades como la diabetes le quitan cerca de 10 años de vida saludable a la población, pues es un padecimiento que mal controlado es una causa de discapacidad a corto, mediano y largo plazo por las lesiones que produce en los riñones, el corazón, la visión, las extremidades inferiores, el sistema vascular periférico, entre otros.
La diabetes es un padecimiento que se produce cuando los niveles de azúcar o glucosa en sangre son muy elevados, mientras que la insulina es una hormona que produce el páncreas y que ayuda a que la glucosa ingrese a las células para suministrarles energía.
En los pacientes diabéticos, o bien la insulina no se produce del todo (tipo 1) o la que se produce no es suficiente o no se aprovecha en los tejidos adecuadamente (tipo 2), por lo tanto a estos se les indica la insulina que necesitan, la cual es administrada por medio de inyecciones.
La diabetes se controla consumiendo y aplicándose los medicamentos prescritos y, adicionalmente, con un plan alimenticio adecuado, realizando actividad física diariamente, teniendo prácticas saludables como no fumar y no abusar del alcohol, cumplir con horarios de comidas y de sueño, tener cuidados e higiene de pies, piel y boca.
En la diabetes tipo 2, que es la más común, los síntomas pueden no presentarse o ser escasos; pero, es importante prestar atención y acudir al médico si se presenta.
PRESTE ATENCIÓN
Mucha sed
Necesidad de orinar frecuentemente, aún en las noches
Sentir mucha hambre y/o cansancio
Pérdida de peso espontáneamente
Presencia de llagas o ulceras en la piel que tardan en sanar
Piel seca y picazón, especialmente picazón en genitales
Pérdida de la sensación u hormigueo en los pies
Vista borrosa
Fuente: CCSS