Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Nicoya detuvieron a siete integrantes de una organización criminal que se dedicaba a robar en las costas, aprovechando los momentos en que los turistas salían a cenar.
De acuerdo con el informe preliminar, la banda cometió 26 robos entre mayo y noviembre.
En la policía judicial indicaron que los investigadores le seguían la pista al grupo desde hace varios meses, después de recibir informaciones donde indicaban que estas personas se trasladaban a distintas playas para cometer los hechos ilícitos en propiedades privadas.
Fue así como lograron hacerles un seguimiento con algunos investigadores, quienes lograron detener a varios sujetos en Nosara con distintos artículos robados.
A los sospechosos los vinculan con el delito de robo agravado bajo la modalidad de tacha a vivienda.
Las autoridades detuvieron a siete hombres de apellidos Fuertes Alcócer de 27 años, López Sequeira de 38 (líder), Zúñiga Jiménez de 27 y Torres Torres de 38, quienes fueron capturados en Nosara.
Estos cuatro al parecer acababan de cometer un robo, pues llevaban prendas de vestir, calzado, dinero en efectivo, artículos electrónicos, dólares, herramientas varias y pasamontañas.
En el barrio San Martín los judiciales detuvieron a un sujeto de apellidos Villagra Rosales, de 23 años, quien estaba en la vía pública frente a su vivienda.
En Liberia cayó González Lépiz, de 26 años, cuando estaba frente a su casa en el barrio Las Brisas, y finalmente López Sequeira, de 31 años, quien se hallaba frente a su residencia en el barrio Santana.
A los sospechosos los vinculan con robos en un complejo vacacional en Playa Guiones, donde alquilan principalmente extranjeros que llegan a turistear, circunstancia que aprovechaban los detenidos.
El grupo operaba entre las 6 p.m. y las 9 p.m., cuando los turistas salían a cenar. En otras ocasiones ingresaban a las casas entre la medianoche y las 4 a.m., cuando sus ocupantes dormían.
Estos sujetos llegaban al complejo a bordo de un vehículo, forzaban las puertas de las viviendas y, una vez dentro, se llevaban cualquier artículo de valor como prendas de vestir, zapatos, celulares, tabletas, computadoras y joyas, entre otros. Incluso en dos ocasiones sustrajeron el vehículo que estaba en la cochera.
En ninguno de los 26 casos los ofendidos se percataron que los sospechosos se hallaban dentro de las casas.
De acuerdo con el informe del OIJ, el perjuicio económico ronda los ¢100 millones entre todas las causas.
A los detenidos los remitieron al Ministerio Público para determinar su situación jurídica.