“Vivir el derecho a ejercer la democracia…”. Con estas palabras, la directora de la primaria comenzó su alocución a la asamblea de estudiantes que presenciaban el Traspaso de Poderes del Gobierno Estudiantil. Por segunda vez, en menos de un mes, tenía yo el honor de acompañar a estudiantes, maestros y padres a la transición de un presidente y su equipo a otro recién electo por sus compañeros.
En principio pudiera parecer un evento escolar, protocolario como muchos otros, pero las palabras de la maestra nos ubican en un momento trascendente para la vida de quienes participaron en las elecciones estudiantiles; un proceso en el que los alumnos del Colegio Saint Clare y la Escuela St. Joseph, aprendieron a ejercer su sagrado derecho a elegir y ser electos, siguiendo las reglas de la democracia.
Fue gratificante ver cómo niños y jóvenes de todos los grados se prepararon para conformar las instancias que verifican la transparencia del proceso, como el Tribunal Electoral y nombraron sus miembros. De igual manera constituyeron una Asamblea con representantes de todos los grados.
Con gran entusiasmo fundaron partidos políticos y entendieron su función como herramienta de la democracia para incentivar la participación de los votantes, el estudio de soluciones a los problemas de la comunidad y la preparación de sus representantes para que puedan ejercer, responsablemente, las funciones que demanda el cargo para el cual se han postulado.
Durante ambos eventos los gobiernos estudiantiles salientes presentaron un informe de labores, confrontando sus promesas de campaña con los resultados obtenidos durante el año que duró su mandato… unos mejoraron las condiciones de la cancha de básquet, otros se mostraron satisfechos con la compra de futbolines con los dineros obtenidos en diversas actividades organizadas por el gobierno estudiantil, entre otros logros.
En uno de los eventos me invitaron a dirigir unas palabras a la asamblea y me preparé para resaltar los valores de la democracia, pero no hubo necesidad, en ambas escuelas los estudiantes me sorprendieron con la claridad de sus conceptos sobre la democracia y la forma como los aplican en su vida diaria. Expresiones como “aprendí que no solo hay que ocupar el cargo sino ejercerlo responsablemente”, “servir a los demás con tolerancia y civismo”, “trabajar con respeto y responsabilidad por una mejor institución”, “poder llegar acuerdos con otros grupos para juntos alcanzar nuestras metas”, fueron palabras dichas con profunda convicción.
Desde el respeto mostrado por toda la comunidad estudiantil mientras hacía ingreso el pabellón nacional hasta la juramentación en que los nuevos gobiernos estudiantiles se comprometieron a respetar la Constitución, las leyes de la República y los reglamentos de su institución, todo fue una clara muestra de que no se trataba de meros eventos protocolarios o asambleas estudiantiles sino un momento que llama a la reflexión sobre la labor que realizan nuestros educadores, apoyados en los padres de familia, en la formación de valores cívicos y democráticos de las nuevas generaciones.
Desde siempre los costarricenses hemos aprendido a sentirnos orgullosos de nuestro sistema democrático, pues a pesar de los yerros que se hayan cometido entendemos que la democracia la construimos todos los días, aprendiendo de nuestros deberes y derechos, haciendo respetar leyes e instituciones, cultivando la tolerancia, el diálogo y el respeto en beneficio de nuestra nación… esto es lo que vi reflejado en estos traspasos, niños y jóvenes que desde ya han aprendido como se vive en carne propia el derecho de ejercer la democracia.
Los valores democráticos, para ser interiorizados, primero deben ser inculcados en el hogar y reforzados en la escuela mediante la realización de procesos electorales como el que han vivido estos jóvenes haciendo valer su derecho a elegir y ser electos, a no aceptar que les sea arrebatada su libertad, a no permitir que se impongan otro sistema de gobierno que atente contra su derecho a la libre expresión, escogencia y pensamiento.
Sembrar en las nuevas generaciones la semilla la democracia es la más loable de las tareas.