Todo amante del maquillaje se encuentra alguna vez con el momento en que su sombra de ojos preferida se le cae de las manos provocando un desastre.
Sin embargo, hay una manera muy sencilla y natural, de reparar los polvos, sombras y coloretes que se te han quebrado.
Se necesita: Alcohol, un pequeño recipiente de plástico, una cuchara, un trozo de tela o toalla de papel y un cuchillo.
En primer lugar, recoge todos los trozos, pequeños y grandes, y se unen en el recipiente elegido para reparar las sombras.
Utiliza la cuchara para ir aplastando los trozos poco a poco y después se añade alcohol, es necesario utilizar un líquido para volver a juntar el polvo, y el alcohol es extremadamente puro y tiene una gran tasa de evaporación, por lo que se seca rápido.
La cantidad de alcohol a utilizar se va calculando poco a poco, se mezcla con los polvos hasta obtener una consistencia de crema espesa.
Se utiliza la pasta y se vuelve a poner en la paleta original, después, se golpea suavemente la paleta para que no se queden burbujas de aire y así quede una sombra compacta cuando se seque el alcohol.
Por último, extiende bien la zona de arriba de la pasta para que quede bien lisa. Esto puedes hacerlo con un cuchillo de untar, por ejemplo.
A continuación, espera a que la mezcla se seque, puede tomar unas dos horas o incluso toda la noche, dependiendo del alcohol utilizado.
Cuándo la sombra ha llegado al punto en que está casi seca, pero sigue un poco húmeda, se usa un trozo de tela o el pañuelo de papel, se pone sobre el producto y se dan pequeños golpes para eliminar el exceso de alcohol.
Se deja el trozo de tela o de papel sobre el producto y se pone algo encima que haga un poco de presión (por ejemplo, un libro). De esta manera se absorberán los restos de alcohol que puedan quedar.
Al evaporarse el alcohol, debería tener la misma composición que antes. De todas maneras, se recomienda, probar en alguna zona de la piel de la mano antes de aplicar en los ojos, para evitar cualquier posible alergia.
Cuando el alcohol se evapore, la sombra quedará con la misma textura y con el mismo color de antes. A veces sucede que, al prensarlas, su pigmento queda más unido y el color final resulta un poco más intenso.