Algunas veces mantener el vehículo limpio demanda cantidades excesivas de agua potable ya que se realizan prácticas inadecuadas como la de mantener el tubo abierto en momentos en que no se está utilizando el agua.
Sin embargo, con el cuidado constante no solo se ahorrará agua, sino que también se conservará el carro en excelentes condiciones.
Por ejemplo, la recomendación principal en el caso del lavado del exterior del vehículo es utilizar dos baldes: uno solo con agua y otro con agua y champú; dependiendo del tamaño del vehículo, puede necesitar uno más solo con agua.
Adicionalmente, lo ideal es realizar la limpieza bajo una sombra, para de esta manera evitar que se seque el champú con el agua en la superficie y manche la pintura.
Además, lavar por secciones: comenzar por orden de lo menos a lo más sucio. Esto hará que el balde con agua y champú se mantenga limpio de la piedra, tierra o polvo que tenía la superficie; si la esponja conserva gran cantidad de estos materiales es posible que la pintura se raye. Después de enjuagar la sección, se debe secar con un paño microfibra de una vez.
Para el interior del vehículo se recomienda: Limpiar de manera profunda el interior con toallas desinfectantes o con desinfectante en aerosol con un mínimo de 60% de alcohol: énfasis en volante, cinturones, portavasos, palanca de cambios, control y llaves, manillas internas y externas, consola central, pantalla táctil, controles de audio, ventanas, aire acondicionado y botón de encendido.
Realizar el cambio de filtro del aire acondicionado: desinfectar también las salidas de aire. Para esto puede revisar el manual del vehículo.
Aspirar la tapicería: dejar un rato las ventanas abajo para promover la ventilación y finalizar con el lavado de alfombras siguiendo la dinámica de los baldes con agua, pero en una proporción menor, se debe sacar las alfombras, restregarlas con un cepillo, agua y producto desinfectante.