Según un informe del Estado de la Nación, la población estudiantil se encuentra afectada emocionalmente ante la situación vivida por el apagón educativo.
La pandemia por Covid-19 provocó que en el país se generara una interrupción de los planes de estudio y ese rezago, así como otros problemas que incluyen la conectividad a internet, pues no cubrió a toda la población durante las clases virtuales, tuvieron como consecuencia que se diera una afectación emocional entre quienes asisten a centros educativos de primaria y secundaria en el país.
Dicho apagón afectó el desarrollo de la lectura y la matemática, además de acarrear consecuencias en la salud mental de la población adolescente de la región latinoamericana. Según Unicef esto se dio porque el cierre prolongado de los centros educativos durante 2020 limitó de manera sustantiva la interacción con sus pares e introdujo cambios significativos en sus hábitos y rutinas.
El informe reveló una encuesta en que un 32% de la población estudiantil (1.082 estudiantes) reportó tener un nivel de bienestar bajo o medio, mientras que el 68% (2.221 estudiantes) restante posee un nivel de bienestar alto.
AFECTACIÓN EMOCIONAL
El grupo con niveles más bajos de bienestar psicológico y social reportó estar más expuesto a situaciones de bullying (15%), en sus aulas había más presencia de climas negativos para el aprendizaje caracterizados por la presencia de ruido y desorden.
Además, expresaron bajo sentido de pertenencia al colegio (90%) y según su percepción sus docentes les mostraron un menor interés y apoyo pedagógico (90%) con respecto a lo indicado por sus pares, que expresaron mejores niveles de bienestar.