El presidente Joe Biden anunció que la mayoría de los graduados universitarios de Estados Unidos que siguen con deudas estudiantiles obtendrán un alivio de 10.000 dólares.
\”Manteniendo mi promesa de campaña, mi administración está anunciando un plan para dar un respiro a las familias trabajadoras y de clase media mientras se preparan para reanudar los pagos de préstamos estudiantiles federales en enero de 2023\”, dijo Biden en Twitter.
La quita parcial de 10.000 dólares, anunciada a tres meses de unas elecciones de medio mandato tradicionalmente difíciles para el partido en el poder, solo se aplica a aquellos que ganen menos de 125.000 dólares anuales.
Para aquellos que asistieron a la universidad con ayuda del gobierno a través de las becas Pell, el alivio será de 20.000 dólares.
Según un estudio de la universidad de Pensilvania, el alivio de los 10.000 dólares por sí solo le costaría al Estado alrededor de 300.000 millones de dólares.
El gasto es necesario no solo por razones de justicia social, si no también para que \”Estados Unidos gane la competencia económica del siglo XXI\” gracias a la educación, justificó el mandatario de 79 años durante una alocución posterior.
Y se financiará con la reducción del déficit lograda en su mandato, agregó Biden.
– Joe clase media –
Nuevamente, el presidente demócrata apodado \”Joe Clase Media\” se presenta como el defensor de este grupo socioeconómico, en oposición a la baja de impuestos para empresas decretada por su predecesor, el republicano Donald Trump.
El debate sobre la deuda estudiantil fue de hecho intenso, como ocurre a cada vez que se propone en Estados Unidos transferir gastos privados a la esfera pública, en materia de salud o educación.
Pero la decisión, que necesitó más de un año de trabajo de la Casa Blanca, fue saludada por figuras del partido demócrata.
Los senadores Chuck Schumer y Elizabeth Warren evocaron en un comunicado \”un gigantesco paso dado hacia la resolución de la crisis de la deuda estudiantil\”.
Mientras que para el líder republicano en el senado, Mitch McConnell, se trató de una reforma \”profundamente injusta\” y \”una cachetada para todas las familias que hicieron sacrificios para ahorrar para la universidad\” y lograron reembolsar por completo la deuda.
La decisión también divide a los expertos, entre quienes consideran que el gesto financiero es arriesgado en un momento en que Estados Unidos enfrenta un alza de los precios.
Como Jason Furman, exconsejero económico del expresidente Barack Obama, quien advirtió en Twitter que es \”inconsciente echar unos 500.000 millones de dólares de gasolina al fuego de la inflación\”.
En tanto que el jefe economista de la agencia Moody\’s, Mark Zandi, estimó por su parte que su impacto sobre el crecimiento o la inflación sería \”marginal\”.
– Problema de décadas –
El problema de la deuda educativa es un problema de décadas en Estados Unidos.
Las universidades a menudo pueden costar entre 10.000 y 70.000 dólares al año, lo que deja a los graduados con una deuda abrumadora cuando ingresan a la fuerza laboral.
Según estimaciones del gobierno, la deuda promedio de los estudiantes universitarios estadounidenses cuando se gradúan es de 25.000 dólares, una suma que muchos tardan años o incluso décadas en pagar.
En total, unos 45 millones de universitarios en todo el país deben unos 1,6 billones de dólares, según la Casa Blanca.
La promesa de aligerar la deuda estudiantil \”es la razón por la que muchas personas de mi edad y de mi generación votaron por él (Joe Biden), porque es algo que nos afecta fuertemente\”, señaló Amarie Betancourt, de 20 años, estudiante en la Howard University de Washington.
\”Ya es una bendición que una parte (de la deuda) sea anulada\”, agregó Vivian Santo-Smith, estudiante de ciencias políticas en la misma universidad privada, históricamente relacionada con la comunidad afroestadounidense.
Biden resaltó sin embargo que la moratoria sobre el reembolso de los préstamos estudiantiles instaurada durante la pandemia terminará a fin de año, y que habrá que comenzar a reembolsar la deuda tras la deducción de la condonación parcial decretada.