Los animales que se encuentran en peligro de extinción en nuestro país como por ejemplo las boas constrictoras, tucanes, armadillos, osos perezosos y monos, entre otros, cobran vida en la colección “Tierra y Fuego” de la artista Iría Salas.
Para cada una de las obras la artista utiliza la técnica de las esferas, conocida como bolística, donde mezcla el arte indígena como símbolo de la identidad nacional de la mano con la naturaleza.
En la Galería del Centro Cultural e Histórico José Figueres Ferrer, ubicado en San Ramón de Alajuela, usted podrá apreciar la exhibición de los trabajos durante todo el mes. La entrada es gratuita.
QUINCE AÑOS DE EXPERIENCIA
La escultora manifestó a DIARIO EXTRA que una visita al Museo Nacional en San José la motivó para elaborar la temática. “La desarrollo desde hace aproximadamente 10 años porque me llamó la atención la figura precolombina de un animalito que vi en el museo, tenía características similares a las de una bola, era muy sencillo pero despertó en mí la curiosidad por incursionar en la animalística”, detalló.
Comentó que desde hace 15 años está involucrada en el arte, cursó la carrera de cerámica en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, y actualmente imparte clases en dicha institución.
¿CÓMO TRABAJA?
La técnica se califica como primitivista y básicamente es manual, es decir a base de placas manuales, es sometida a un horneo en aserrín que le da a la pieza formas únicas por el negreo que adquiere. Primero utiliza la esfera como cuerpo, este es elaborado con arcilla y se pone al calor. Después le añade las extremidades hasta completar una figura estilizada pseudo-geométrica.
“Las tonalidades de negro se las da el horno, mágicamente podríamos decirlo, no es algo que yo controle, cada animal tiene su identidad, no solo porque es una copia de un animal que está en peligro de extinción en nuestro país, sino porque el fuego y el humo le brindan características”, detalló.
En el discurso animalista-identidario aplica un ejercicio de abstracción figurativa.
COLECCIÓN DE LUJO
El paso de los años la llevó a escuchar las solicitudes de la gente, pese a que en un inicio tuvo temor de no ser aceptada. “Amplié la gama de especies porque la gente me pide una gran variedad, empecé con los más vulnerables, y ahora hay más. Es tal vez una forma de expresar mi sentimiento y para concienciar a la gente en el cuido y la protección de estos animales salvajes”, finalizó.